(Efe) Mariscal se ha salido así de la postura que mostraban tanto la plataforma que pide que se le retire la propiedad a la Iglesia como el PSOE, que asegura que sólo quiere que la gestión sea pública y que el culto seguiría siendo de la Iglesia y el propio de una Catedral, como ha sucedido desde 1236. Ahora Izquierda Unida empieza a desvelar los planes que tiene si se consigue el objetivo: abrirla al Islam y a usos cultuales distintos del católico.
Aún así, Mariscal ha insistido en que la cuestión del uso religioso no es la que le preocupa, sino la gestión. «Reclamamos la parte turística y cultural del edificio y que se haga una gestión transparente y objetiva» del monumento, y no tanto del uso religioso. Por eso ha asegurado que no quiere «hablar de futuribles», aunque también ha dejado clara su postura de que no descarta que los musulmanes pudieran rezar allí. Se trata de una vieja idea que ya reclamaron varias asociaciones, que ahora están en la plataforma que pide la titularidad pública, aunque nunca han dicho de forma explícita que sea el objetivo actual.
José Manuel Mariscal ha hecho además varias preguntas al Gobierno en el Senado para qué, entre otras cosas, se explique cuánto ha declarado el Cabildo Catedral por la venta de entradas para la antigua Mezquita en el ejercicio 2013.