(InfoCatólica) El obispo de San Sebastián ha asegurado que «hoy en día, por desgracia, suele confundirse la tolerancia con el relativismo, y la prudencia con la cobardía. Más aún, en algunos manuales de ética se presenta la ética de la prudencia como incompatible con una «moral heroica». Para algunos, San Sebastián o la Madre Teresa de Calcuta –por poner un ejemplo– no habrían sido `prudentes´».
El drama de nuestra sociedad
A la pregunta «¿Cuál es el drama de nuestra sociedad?» el prelado vasco ha asegurado que «consiste en que la política - siendo muy necesaria - ha llegado a convertirse en el único principio rector de la existencia humana. En efecto, la política pretende decidir el bien y el mal; la política pretende redefinir la naturaleza humana y la propia familia; la política pretende determinar el principio y el fin de la vida humana; la política pretende ser la única responsable del sistema de enseñanza, etc».
Para Mons. Munilla la clave «está en entender que la política es el ejercicio de la prudencia social, al servicio del bien común; es decir, al servicio de la justicia». Por ello ha señalado que «sería un error gravísimo que un valor moral absoluto -como por ejemplo es el caso del respeto a la dignidad de toda vida humana desde su concepción- quedase sin protección de forma incondicional, en virtud de una falsa prudencia».