(Fides) Se hacen realidad los temores de los cristianos malayos de que, después del veredicto -que sólo se refería a la publicación del semanario católico «Herald»- se hiciese una interpretación errónea de la sentencia, generando problemas a las comunidades cristianas y a la circulación de sus publicaciones, de la Biblia.
Después del veredicto, el Primer Ministro de Malasia, Najib Razak, y otros funcionarios del gobierno habían explicado que «la prohibición no se aplicaba a la liturgia y a la Biblia», asegurando que la práctica de la adoración cristiana no se vería amenazada. El episodio de ayer, sin embargo, demuestra «la persistencia de las ambigüedades», lo denuncia la «Bible Society of Malaysia». Según lo informado a la Agencia Fides, las Biblias confiscadas eran importadas de la vecina Indonesia, donde se habla la lengua «Bahasha» común entre Malasia e Indonesia
La disputa sobre el uso de la palabra «Allah» por los no musulmanes estalló a principios de 2009, cuando el Ministerio del Interior amenazó con revocar el permiso para publicar el periódico Católico «Herald», que lo utilizaba. La Iglesia católica puso en marcha una acción legal, sosteniendo la violación de sus derechos constitucionales. Ese mismo año, un tribunal confirmó la afirmación de la Iglesia. La sentencia posterior del Tribunal de Apelación en octubre de 2013, ha restablecido la prohibición. Los musulmanes constituyen más del 60% de los 28 millones de malasios, mientras que los cristianos representan alrededor del 9%