(Agencias/InfoCatólica) Según informa Pedro de Tena en Libertad Digital, el libro de texto en cuestión fue escrito por el profesor Juan José Abad, es el manual de referencia para impartir las clases de Educación para la Ciudadanía no sólo en Andalucía, sino en otras doce regiones: Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha, Comunidad de Madrid, Extremadura, Islas Baleares, Islas Canarias, La Rioja, Murcia y Navarra.
Abad, que se confiesa de izquierdas, dijo sobre su planteamiento: «Yo tengo la ideología que tengo y no es cuestión de ocultarlo. Pero de radical absolutamente nada. Cito a Juan XXIII, cito a Cáritas, a Manos Unidas, a Luther King. Yo diría muy claro: mi manual está en un contexto histórico. Y el contexto en el que se mueve es que la historia es la maestra de la vida. A partir de ahí tiene ciertos rasgos progresistas, pero el tribunal (se refiere al TSJA) critica muy fuertemente el hecho de que se diga esto : en la sociedad estamental el Alto Clero y la nobleza tenían enormes privilegios y explotaban al Tercer Estado».
Desde el diario El País se explica que el TS también recuerda que este manual fue seleccionado por el Consejo Escolar del instituto en el que estudia el hijo de los demandantes «sin que mereciera ningún reproche que se conozca». Además, la Inspección Educativa elaboró un informe sobre los contenidos favorable. «El carácter adoctrinador de un libro de texto pensado para y dedicado a la educación de menores es una imputación gravísima pues implica, ni más ni menos, que manipula sus conciencias», añade el tribunal. «Adoctrinar es inculcar en el alumno determinadas ideas (...). En cambio, la exposición no inculca, informa, y la información ofrecida por el libro no incluye las valoraciones sesgadas que le atribuye la sala de Sevilla».
Precisamente el autor del libro ahora arropado por el Supremo, D. Juan José Abad, escribió otro libro en el que denunciaba una persecución contra su personas. Dicho libro, según él, es «fruto de la indignación. Indignación por el desaforado clericalismo derrochado por los obispos, sobre todo por Cañizares, Rouco y Martínez Camino; por las intrigas de los grupos integristas católicos, como los Propagandistas del CEU, los Legionarios de Cristo, El Foro Español de la Familia»