(Fides) El gobierno local en el distrito de Kandhamal (el más afectado por las masacres) envió una carta al párroco de la parroquia de "Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa", situada en Mondasoro, ordenando detener inmediatamente los trabajos de reconstrucción de una capilla en el pueblo de Padunbadi, afirmando que la tierra son de propiedad estatal. "La iglesia en el pueblo – informa a Fides el sacerdote de la parroquia local, el padre Laxmikant Pradhan - ha existido por más de dos generaciones" y por lo tanto, la orden del gobierno, que impide la reconstrucción de la iglesia, es una clara injusticia para los fieles cristianos, que sufren el desplazamiento, el hambre y la pobreza.
El de Mondasoro no es el único caso: hace unos días, el gobierno detuvo la construcción de otra iglesia católica en Nadagiri, siempre en el distrito de Kandhamal. Nandagiri es un barrio donde fueron trasladadas algunas de las familias cristianas que desplazadas después de la violencia de 2008, no fueron capaces de volver a sus pueblos de origen, ocupada por extremistas hindúes.
En la colonia hay 54 familias católicas y 17 protestantes, de denominación pentecostal, que han continuado a celebrar el culto en lugares improvisados y que han comenzado a construir una capilla. El gobierno, según las fuentes locales de Fides, ha ordenado el bloqueo de los radicales a aceptar las demandas, pero violando el principio de libertad religiosa garantizada en la Constitución de la India.
Como se informa a Fides, "los cristianos locales resistirán contra este orden injusto, defendiendo su derecho a la adoración". El Concilio Global de Cristianos Indios (GCIC), una organización activa en Orissa, en la defensa de los derechos de los cristianos, ha enviado una carta abierta al primer ministro de Orissa, Shree Naveen Patnakiji, exigiendo la retirada de los decretos contrarios a la constitución de la India, y la protección de los derechos legítimos de los cristianos a practicar su fe.
Miles de fieles cristianos de Kandhamal están aún evacuados, acampados en las afueras de las ciudades, han perdido todas sus posesiones, viven en la pobreza y sufren de problemas de desempleo. Además, los juicios contra los autores de las masacres de 2008 están condicionadas y al final con frecuencia terminan con sentencias absolutorias, lo que perpetúa una situación de impunidad general. Estos serán los temas del Día de la Memoria, que verán los cristianos que se movilizaran el 24 de agosto próximo, al señalar la atención del gobierno de la India federal por la trágica situación en Orissa.