(Libertad Digital/El Mundo/InfoCatólica) Unas cinco mil personas, según las cifras de la organización -slgo más de dos mil según la policía-, secundaron la manifestación anticatólica convocada para ayer miércoles en plena Jornada Mundial de la Juventud. Las cifras resultan irrisorias si se comparan con los cientos de miles de peregrinos que llenan las calles de Madrid para recibir a Benedicto XVI.
Según informaron TVE y El Mundo.es, un grupo de manifestantes rodeó a peregrinos y les sacó a empujones de la plaza. Ante la escalada de tensión, la Policía terminó pidiendo a los jóvenes católicos que dejaran la zona.
Rozando las diez de la noche comenzaron los enfrentamientos con los agentes. Un antipapa fue detenido por arrojar una botella a un agente y ha habido cargas de los antidisturbios contra las personas que pretendían quedarse en la zona cuando la manifestación que se había autorizado debía terminar en Tirso de Molina y no en la emblemática plaza madrileña.
La Policía tomó el control de la plaza tras varias escaramuzas con los antipapa, en unas imágenes que recordaban a la ocupación de la zona por el movimiento 15-M.