(EP) El cardenal ha explicado, que en las JMJ, "que tienen ya una larga historia", se repiten "aquellas escenas del Evangelio, donde las multitudes iban al encuentro de Cristo atraídos por la divina grandeza de su mensaje de luz y de amor".
Además, el purpurado ha recordado que "el amor divino como el amor humano, se construye en una serie de fases de progresivo conocimiento" y ha subrayado que "las Jornadas Mundiales de la Juventud se preparan para facilitar el progresivo acercamiento de los jóvenes a Cristo".
Asimismo, el cardenal español ha comentado que la Jornada Mundial de la Juventud ayudará "no sólo a los jóvenes sino a todos los que la sigan con buena voluntad de descubrir y encauzar rectamente la sed de felicidad que Dios ha puesto en el corazón del hombre y que solamente Él puede verdaderamente saciar".
Razones para indignarse
Sobre el "movimiento 15 M", el cardenal Herranz ha subrayado que en su opinión "entre las cosas que indignan a los miembros de ese movimiento hay bastantes que indignan también a los cristianos en general y a muchos jóvenes en España y en Europa", sobre todo "el elevado índice de desocupación, los fenómenos de corrupción y situaciones de injusticia", o "cuando no se valoriza a las personas por sus objetivas capacidades personales y se les cierra el futuro".
Sin embargo, el cardenal ha añadido que "la indignación debería abrirse plenamente a la esperanza y, por eso, referirse también al actual desprecio y pérdida de valores familiares, educativos y espirituales que urge recuperar "; porque "una sociedad no se mejora sólo con las simples protestas externas o el sólo progreso económico".
"Una sociedad se mejora también y sobre todo cuando se revalorizan y protegen verdades y valores morales que están arraigados en la entraña misma de la sociedad y pertenecen por eso al bien común", ha declarado el cardenal.
Dictadura del relativismo
Además, el purpurado ha subrayado que en algunos sectores de la sociedad europea "hay un peligro grande de que se consolide la bien identificada dictadura del relativismo", es decir, "la ideología que niega la existencia de verdades objetivas y de valores absolutos enraizados en la naturaleza y dignidad de la persona humana".
En este sentido, el cardenal ha destacado que la ideología relativista "todo lo relativiza a favor de la voluntad y egoísmo personales o intereses de grupo" lo que provoca "una sociedad insolidaria, desencantada y triste".
Asimismo, el cardenal Herranz ha destacado que las Jornadas Mundiales de la Juventud enseñan "a ensanchar los horizontes del alma, porque recuerdan a los jóvenes que el hombre tiene una inteligencia capaz de descubrir la verdad, un corazón capaz de amar lo bueno y lo justo y un destino abierto a los horizontes de la vida y de la felicidad eternas".