(Press Magis/InfoCatólica) También quiso enviar un mensaje a los jóvenes peregrinos de MAGIS 2011, ante las experiencias que iba a vivir a partir del lunes: "Si lo que nos preocupa es nuestro bienestar o nuestro éxito, nos hundiremos sin remedio. Si lo que nos preocupa es el servicio y lo que sufre el otro, donde está Cristo... podremos caminar sobre el mar".
El superior de los jesuitas, animó a "pedir por todos nosotros en MAGIS y en la JMJ, por la Iglesia en el mundo, por todos los que quieren hacer algo en este mundo difícil, para que la fe sea siempre mayor que el miedo".
Después de la misa, el padre General oró en la basílica de Loyola acompañado de todos los sacerdotes presentes en la misa.
Por la tarde, ante los medios de comunicación, el Padre General resaltó el papel de los jóvenes ante los retos de este mundo globalizado: "Los jóvenes son los que pueden cambiar nuestro mundo", pero necesitan prepararse para "responder a preguntas que ni nos imaginamos. A medida que aumenta la información disminuye la capacidad de reflexionar".
La juventud, dijo, "recibe pocos horizontes y mucha propaganda que les dice donde gastar su dinero", sin embargo "es importante saber que están buscando algo más". El P. General les animó a reflexionar. "Que los jóvenes sientan, que no vivan a merced de este sentimiento superficial que se vende", pues se trata de "ir a lo profundo del corazón".
Según el Padre General, "eso se da en el encuentro, por eso MAGIS 2011 es bueno porque pone a los jóvenes en contacto con personas de otras culturas". Para aproximarse al prójimo, subrayó la importancia de la solidaridad, "en un mundo multicultural como el nuestro nos va a salvar la capacidad para sentir con el prójimo, de lo contrario quedaremos a merced de intereses particulares, luchas personales o tribales y vamos a perder la oportunidad de encontrarnos quizás por primera vez en la historia con una humanidad en toda su plenitud".