(Informador) El prelado expuso que en este contexto, el país requiere de “una izquierda inteligente, propositiva, moderada y democrática que contribuya a restablecer el equilibrio ideológico en el país y contrarrestar el efecto de lo que llamó “el capitalismo salvaje”.
Ante la cercanía de un proceso electoral en 2012, el jerarca católico señala que los tiempos actuales son muy importantes para encarar los problemas sociales y económicos del país, por lo que todo dependerá de cómo actúen los ciudadanos y los partidos, así como los que aspiran a dirigir el país “para que se tomen medidas realistas y efectivas”.
En un editorial del periódico El Semanario, el purpurado explicó que con la caída del socialismo en diversos países, México desde hace seis lustros asumió el modelo económico neoliberal “que da todos los derechos y ganancias a los dueños del capital, lo que facilita que los que tienen más multiplique su riqueza, lo que va generando que una enorme porción del pueblo trabajador se quede cada vez más pobre porque los salarios no aumentan ni siquiera a la par con lo que hace el índice inflacionario y la devaluación de la moneda”.
Empobrecimiento de la población
El prelado puso de manifiesto que una parte importante de la población mexicana que se ha empobrecido en los años recientes, ha pasado a formar parte de las filas del crimen organizado, por lo que es importante un cambio de rumbo en el modelo económico que ha tenido el país en las últimas décadas.
El arzobispo hizo mención de que cuando el fallecido pontífice Juan Pablo II vino por primera vez a México a fines de los años 70, el mundo vivía el debate entre el socialismo y el capitalismo, y en su momento la Iglesia Católica advirtió de los riesgos de los extremos de estas ideologías.
Además aseguró que una vez que el mundo ha sido testigo de la caída del socialismo “que sólo sirvió para emparejar la pobreza en todo el pueblo”, ahora es tiempo de contrarrestar los excesos del capitalismo.