(La Jornada) La CEM confió en que esto abonará a “fortalecer la fe del pueblo mexicano en estos momentos en que nuestra nación vive una profunda transformación social y hoy, más que nunca, necesita consolidar procesos de paz y convivencia para que construyamos un México más justo y fraterno”.
Mons. Carlos Aguiar Retes, presidente de la CEM, y Víctor René Rodríguez Gómez, secretario general del organismo episcopal, detallaron que las reliquias, catalogadas de primer grado, consisten en una cápsula que contiene sangre del beato, que se expondrá a la veneración pública acompañada de una figura de cera del pontífice fallecido en 2005, la cual estará revestida con los distintivos pontificios.
Sobre esto, Mons. Aguiar Retes señaló a través de su cuenta de Twitter: “Agradezco a Dios permitirnos que las reliquias del beato Juan Pablo II peregrinen a México”.
La CEM detalló que fue “a petición expresa de muchos creyentes que los obispos de México en su Asamblea Plenaria, por unanimidad, acordaron solicitar a las Congregaciones para el Culto Divino y de las Causas de los Santos, la visita de las reliquias a nuestro país, lo cual fue aceptado con beneplácito para que las reliquias del “papa mexicano” recorran por primera vez el largo y ancho de la República mexicana, a unos meses de su beatificación en Roma por su santidad Benedicto XVI”.