(La Nueva España) El sacerdote asturiano se pronuncia, en declaraciones que recoge el periódico La Nueva España, con contundencia: «Si hay que hacer la guerra para llevar comida Somalia, se hace».
La crisis no parece haber minado la solidaridad popular. “Los asturianos nos hacen llegar gran cantidad de donativos”, afirma la delegada de Manos Unidas en Asturias, María Elvira García Castañedo. Entre tanto, Martín Ramírez, responsable de Farmamundi en la región, precisa que “los asturianos siempre dan mucho de sí y responden muy bien en situaciones de emergencia”.
Las necesidades de los habitantes de estos países se reducen a lo mínimo: comida y agua, según ha podido comprobar “in situ” el Padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros de la paz, quien advierte de la inutilidad de los grandes proyectos “que requieren papeleo y mucha burocracia, mientras la gente se está muriendo de hambre”.
No todas las ayudas son alimenticias. La ONG Farmamundi se ha volcado con el envío de medicinas a las regiones más afectadas. “Estamos haciendo llegar suministros de primera necesidad como jabón o mantas”, asegura Martín Ramírez. Este farmacéutico avilesino explica que cualquier colaboración, por mínima que sea, salva vidas. Ramírez destaca la efectividad de las donaciones en las huchas de las farmacias: “Con sólo aportar el cambio de cada compra se puede hacer mucho”.
Llegan exhaustos
La llegada de ayudas al campo más grande del mundo, en la región de Dadaab -que acoge a casi 400.000 personas, de ellas 25.000 en situaciones infrahumanas- ofrece escenas dantescas. “Llegan exhaustos tras varios días de viaje y una vez allí reciben una ayuda totalmente insuficiente”, afirma María Díaz Martínez, delegada en Asturias de Médicos Sin Fronteras.
Otro de los puntos más debatidos es la entrada de recursos. María Elvira García Castañedo sostiene que “a pesar de que las guerrillas pueden ser el principal obstáculo en el envío de donativos, hasta el momento no hemos tenido problemas”. Esta cooperante gijonesa también señala como posible protagonista de la sequía el cambio climático: “Aunque no se haya tenido en cuenta, podría estar detrás de esta catástrofe”.
Escalada de precios
Según la ONG Farmamundi, otro factor decisivo se centra en “la disminución de la producción de alimentos básicos, lo cual, a su vez, ha generado una escalada en los precios entre un 60% y un 80%”. La falta de lluvias en la región provoca un enorme perjuicio en la producción de cereales como maíz o mijo. Cáritas explica que las familias se han visto obligadas a comprar en el mercado estos cereales a precios cada vez más elevados e inaccesibles.
Muchos de los involucrados en la ayuda humanitaria avisan de la responsabilidad política sobre la llegada de ayuda. “Si hubo países capaces de ir a Irak con material de guerra, podrían hacer lo mismo en el Cuerno de África con comida y agua”. Son palabras del Padre Ángel García, quien insiste en la falta de compromiso político. “Es injusto que se destinen 2.800 millones de euros para rescatar la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), y que sean sólo 25 millones los asignados a esta catástrofe”.