(InfoCatólica) Mons. Munilla dio las gracias a Dios por la espléndida lucidez de D. Román, quien a sus cien años seguia aprendiendo idiomas y poseía una memoria y una agilidad mental verdaderamente sorprendentes. El prelado agradeció a Dios el hecho de que D. Román conservara toda la ilusión y la esperanza de su juventud.
Como regalo por su cumpleaños, el obispo y sus vicarios le hicieron entrega al sacerdotele de una imagen del Sagrado Corazón del monte Urgull.