(Efe/InfoCatólica) Parte de las reliquias han sido separadas por el obispo para colocarlas en el relicario que se usará en la ceremonia de beatificación, el próximo 5 de junio, y para enviar algunas a la parroquia de Fitero (Navarra), patria chica del próximo beato, y a la archidiócesis mexicana de Puebla de los Ángeles, donde Palafox fue obispo.
El resto de las reliquias han sido colocadas en la urna nueva de bronce confeccionada en Madrid y que se ha situado en un nuevo altar de mármol, de casi dos toneladas de peso, colocado en la capilla de la Inmaculada de la catedral burgense y en el que descansarán, para la veneración de los fieles, las reliquias del próximo beato.
La exhumación de los restos mortales ha comenzado con la lectura, por parte del notario del Obispado de Osma-Soria, de una semblanza biográfica del futuro beato, el decreto episcopal de exhumación y el rescripto e instrucción de la Congregación para las Causas de los Santos.
El momento más emotivo, según la información facilitada por el Obispado de Osma-Soria, se ha vivido cuando el obispo titular ha mandado a los operarios abrir el sepulcro y extraer la caja que contiene los restos del Venerable Palafox, para su traslado a la sacristía mayor de la seo burgense.
El obispo ha inspeccionado y constatado que las cintas y sellos con los que se lacraron los restos del futuro beato la última vez que éstos fueron exhumados (21 de enero de 1964) estaban intactos. Acto seguido los forenses han realizado un estudio de las reliquias, desde el estado de los restos hasta las partes que se conservaban y las condiciones en que se encontraban.