(Efe/InfoCatólica) La funcionaria agregó que el Vaticano debería “crear condiciones” para el desarrollo de los vínculos entre China y la Santa Sede “mediante acciones concretas”. Con estas palabras Pekín respondía a la aseveración del miércoles de Benedicto XVI de que “mientras en China aumenta el número de los que siguen al Señor, por otro lado Cristo es rechazado, ignorado o perseguido”.
“Los católicos chinos, como han dicho muchas veces, quieren la unidad con la iglesia universal, con el sucesor de San Pedro”, dijo el papa el miércoles.
China, un estado aconfesional, permite la existencia de asociaciones religiosas budistas, confucionistas, taoístas, musulmanas, católicas y protestantes, pero bajo la tutela del Partido Comunista de China (PCCh) que gobierna desde 1949. Y a menudo persigue a los religiosos que no se acogen a esas asociaciones, catalogados de “clandestinos” o “ilegales” por el régimen, aunque muchas veces la línea divisoria entre ambas iglesias es difusa y las persecuciones dependen de la situación política, como ha sucedido en las últimas semanas con la detención de cientos protestantes que querían celebrar misas al aire libre.
Pekín y el Vaticano rompieron relaciones en 1951 después de que el papa Pío XII excomulgara a dos obispos designados por el gobierno de Mao Zedong y reconociera como legítimo de China al gobierno de Taiwán, donde se refugiaron los nacionalistas del Kuomintang al perder la guerra.
La asociación tutelada por Pekín, la Iglesia Patriótica Católica de China, que no reconoce oficialmente la autoridad de Roma, agrupa a 5 millones de fieles, pero según el Vaticano los católicos en comunión con el Papa ascienden hasta 12 millones.
El vicepresidente y portavoz de la Iglesia Patriótica Católica de China, Anthony Liu Bainian, ha expresado en diversas ocasiones su deseo de que Pekín recupere los lazos diplomáticos con Roma bajo el pontificado de Benedicto XVI, para lo cual exige que el Vaticano rompa vínculos con Taiwán y que no interfiera en los asuntos internos de China.