(El Reportero/InfoCatólica) “Esa es la meta que los cristianos y cristianas en Puerto Rico debemos ambicionar: la meta del amor extremo, el amor que se da sin nada a cambio, que perdona, que no hace daño al prójimo”, dijo Mons. González Nieves durante la homilía de la Misa de Domingo de Ramos en la Catedral de San Juan.
El arzobispo invitó igualmente a “a participar y a vivir intensamente junto a Jesús de la trama de la salvación que comienza con su entrada triunfal a Jerusalén, seguido de la institución de la Eucaristía en la última Cena, de la pasión, crucifixión, muerte y resurrección gloriosa del Hijo de Dios.”
El prelado aseguró que “ni las iglesias, ni los puestos, ni las industrias, ni los escaños políticos, ni los judiciales deben ser reinos de lucro, de corrupción, de injusticias, de violaciones de derechos, ni exclusivamente para los ricos o conocidos. Todo lo contrario, el poder público y judicial, el económico, periodístico, el artístico y de la fama y el religioso deben ser utilizados a favor del bien común para la promoción de la vida, la dignidad humana y el bien común”.