(Los Tiempos/InfoCatólica) El cardenal Julio Terrazas, en su homilía en la basílica de San Lorenzo de Santa Cruz, recordó el trato brutal y el juico injusto al que fue sometido Cristo, cuando no se tomaron en cuenta las leyes. “¿No será este el momento de pensar que podemos erradicar esa clase de juicios que se emiten en nuestro país? Al respecto, la Carta Pastoral da elementos claros para que la Pasión de Cristo, injusta en todo sentido, no se repita entre nosotros. Por eso se habla de leyes justas con ética, leyes morales que sirvan para levantar al pueblo y no hundirlo”, dijo el purpurado.
Por su parte, el arzobispo de Cochabamba, Moseñor Tito Solari, en la celebración efectuada en el templo de San Ildefonso de Quillacollo, también reflexionó con los feligreses sobre la situación de Bolivia. Afirmó que el país “está pasando por un momento muy delicado con enfrentamientos, con desconfianza, con desafíos grandes”. El prelado aseguró que un país no se construye con “enfrentamientos”, sino sólo en la unidad, dejando a lado ofensas y divisiones.
Mons. Solari añadió que “se nos presenta mañana un día que puede ser más grave, más peligroso. En esta eucaristía, esta noche, todos nosotros, como Iglesia, tenemos una obligación sacrosanta. Tenemos la obligación, primero, de pedir a Jesús misericordia sobre nuestra tierra Bolivia, nuestra patria. Tenemos que pedir comprensión, reconciliación de manera que las heridas que nos hemos hecho mutuamente se vayan calmando y sanando y podamos volver a la tranquilidad, a la solidaridad y a la paz”.
Al servicio de todos
Por su parte, el Cardenal Terrazas también se expresó sobre la labor de las autoridades. Afirmó que las mismas deben de “mandar sirviendo. Hay que ejercer autoridad de cualquier tipo buscando el sentido de ser servidor de todos, servidor de la verdad, de la vida, de la justicia y de la paz para todos”.
Ante una multitudinaria presencia de creyentes, habló también del ataque que recientemente sufrió el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas. “Cualquier prueba de esa clase debe despertar la esperanza y que unidos todos podemos vencer esos males que están arruinando la vida y corazón de nuestro pueblo”.
El cardenal señaló también que la manipulación de las personas y grupos con consignas que se dan debe ser terminada de raíz. “No podemos repetir y no podemos permitir que nuestro pueblo esté pidiendo la muerte de Jesús y la libertad del delincuente Barrabas”.
”Cada mañana el Señor nos habla. En esta semana dejemos que él nos dé palabra y abra nuestros oídos. No importa si esto nos va a traer como consecuencia el sufrimiento, la maldad, la cárcel, la muerte. Tenemos que ser capaces de actuar como Dios, escuchando y dando palabras de esperanza a aquellos que las necesitan”, agregó.