(Aica/InfoCatólica) Al llegar de Tierra Santa, donde ha participado en un encuentro de obispos de todo el mundo, el titular de la diócesis de San Rafael, Mons. Dr. Eduardo María Taussig, recibió a Diario UNO en su despacho para hablar acerca del P. Jorge “Pato” Gómez, el sacerdote diocesano que subió al escenario de la Fiesta Nacional del Chivo para solicitarle al Coral Lutherieces que dejara de interpretar la parodia “Educación sexual moderna” porque se ensuciaba su castidad, a lo que el grupo accedió, aunque al bajarse del escenario algunos de sus componentes expresaron que se había tratado de una censura. Sobre esta acción, el obispo declaró que
“Respecto del hecho en sí, yo hubiera preferido que fuera un laico el que reaccionara. Todo ciudadano tiene derecho, si se ve ofendido en su intimidad o en sus valores, a hacerlo y leí que un fiscal ha desestimado cualquier tipo de delito o de pena, por este caso. Lo que realizó el Padre Gómez cuando subió al escenario ciertamente requiere coraje, valor para hacerlo ante tanta gente que en su momento estuvo a favor, como otra estuvo en contra, pero no pasó de un episodio que pudiera haber quedado en ese ámbito”.
Otras desafortunadas declaraciones y comparaciones
Al ser consultado sobre el hecho en sí y los posteriores dichos del sacerdote acerca de la fe y la violación por parte de padres a hijas, que tanta trascendencia ha tenido en medios nacionales e internacionales, respondió:
“Al llegar a la diócesis tomé conocimiento de primera mano de todo el fenómeno. Lo primero que quisiera decir es una palabra a quienes se han visto lastimados por algunas de las declaraciones y comparaciones posteriores que considero muy desatinadas, y hacer llegar mi solidaridad y disculpas a cuantos han sido víctimas de abusos sexuales y, en particular de abusos cometidos por sacerdotes, en cualquier lugar del mundo. Hay que tener en cuenta que toda frase dicha, en el lugar más recóndito de la tierra, por el fenómeno de la globalización, repercute en la aldea global”
Añadió que “es sumamente desatinado ponerse a realizar este tipo de comparaciones, por lo que no me parece oportuno siquiera pronunciarme sobre eso. Hay que tener en cuenta dónde, a quién y cómo se dicen las palabras. Lo cierto es que jamás al Papa o a algún teólogo serio se le ha ocurrido hacer ese tipo de comparación en un medio de comunicación”.
Cuando se le hizo notar que otras de las frases del cura que hirió la sensibilidad de más de uno fue que los sacerdotes están en la tierra para ser censores puntualizó:
“Puede censurar quien tiene incumbencia; el sacerdote no la tiene en la plaza, en todo caso, la podría tener en el ámbito propio de su comunidad parroquial. Los principios que ha establecido el Concilio Vaticano II, y que sigue la jerarquía de la Iglesia, para la relación con la sociedad civil son los del diálogo, el respeto de la recíproca autonomía, y la mutua colaboración en función del bien del hombre. En ese contexto, todos tenemos que ubicarnos en una sociedad que es pluralista, donde hay capacidad de expresión por parte de cada uno, respetando los derechos de todos”.
Disculpas y silencio
Monseñor Taussig indicó que mantuvo una reunión con el sacerdote Gómez y, después de escucharlo, determinó que “se abstenga en el futuro de realizar cualquier tipo de declaraciones en los medios de comunicación”.
Acerca de cómo se repara la afectación que pueden haber sufrido las víctimas de violación, o sus familiares, que se sintieron ofendidas por los dichos del Padre Pato, el obispo sureño fue claro: “Yo asumo, como obispo de la diócesis, el pedido de disculpas por el desatino de esa expresión. Me hago eco de la condena que ha hecho el Papa, y en otras parte de sus declaraciones el propio Padre Gómez, de la gravedad que tiene ese vejamen horrible”. Respecto a las peticiones de que la justicia civil sancionase al sacerdote, el obispo diocesano al respecto sostuvo
“si hubiera que tomar sanciones desde el punto de vista civil, es una competencia de la justicia, y si hubiera que defender en los tribunales al padre Gómez, el obispado le pondría los abogados; pero entiendo que por lo sucedido no hay materia para un tratamiento civil. En el ámbito eclesial la medida ya adoptada es que se abstenga de volver a incursionar en los medios y se mantenga en un humilde silencio”.
Sólo el cristianismo es atacado gratuitamente
Con voz pausada el prelado continuó:
“De todo incidente hay que sacar bienes mayores. Espero que todos reflexionemos y busquemos las correcciones que sean oportunas, preservando los valores que están en la sensibilidad del pueblo cristiano y de cada uno de los sectores de la sociedad. Hay que decir también que hoy, lamentablemente, en todo el mundo el cristianismo está expuesto a todo tipo de sarcasmo, de burla, de ofensas y es al único al cual se puede gratuitamente vilipendiar y atacar”.
Finalmente, se le solicitó un mensaje para la población, que se dividió entre quienes apoyan totalmente al P. Gómez, quienes comparten su irrupción en el escenario pero no así sus dichos posteriores en relación con la violación de la fe, y quienes lo critican y hasta organizan movilizaciones en su contra, a lo que Mons. Taussig reflexionó:
“Llamo a la madurez cívica y cristiana para poder asumir la conflictividad de la realidad con matices. Acá no se trata de blancos y negros, sino de toda una gama de grises que implica un discernimiento. Corresponde que cada uno desde su lugar en la sociedad o en la Iglesia, podamos ejercer los derechos y las responsabilidades con respeto y ecuanimidad, recordando que siempre el diálogo es el mejor camino para resolver los conflictos. Yo, personalmente, estoy a disposición de todos y cada uno para ello”.