(Aci/InfoCatólica) Según Tornielli, esta modificación, que vendría contenida en un motu proprio, haría posible que este dicasterio promueva una liturgia “más fiel a las intenciones originales del Vaticano II” dejando “menos espacio para cambios arbitrarios” y poniendo más énfasis en la sacralidad de la Misa.
El documento, escribió, tendría como principal función cambiar la jurisdicción de los casos de matrimonio rato y no consumado, para que sean vistos por el tribunal de la Rota Romana. Tornielli explicó que cerca de 500 casos son vistos cada año: la mayoría de ellos de Asia, en donde los matrimonios arreglados son comunes. En Occidente, los casos provienen de parejas psicológicamente incapaces de cumplir el acto conyugal.
Sin esa carga, destacó, la congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos sería responsable exclusivamente de cuestiones litúrgicas. El vaticanista señaló también que el motu proprio “podría mencionar el 'nuevo movimiento litúrgico'“ sobre el que el actual prefecto de la Congregación, Cardenal Antonio Cañizares, se refirió en diciembre en una entrevista con el diario italiano Il Giornale. En ella dijo que las reformas litúrgicas se realizaron apresuradamente después del Vaticano II y que “es necesario y urgente” volver a revisarlas.
En ese caso, lo que sucedería es un regreso a las enseñanzas del Concilio Vaticano II para emprender “una reforma de la reforma”, señalaba Tornielli. La Congregación asumiría así este “nuevo movimiento litúrgico” como parte de sus funciones, explicó. También indicó que una nueva sección de este dicasterio sería creada para dedicarse al arte y la música sagrada.
El P. Lombardi precisa a Tornielli: no se le encargará a Culto Divino un "control restrictivo" de las reformas litúrgicas
El artículo de Tornielli generó que el Vaticano le respondiera solo unas horas después de publicado. El portavoz del Vaticano, P. Federico Lombardi, confirmó que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha estado estudiando la posibilidad de un “motu proprio” para transferir los casos de matrimonios no consumados a la Rota Romana.
Sin embargo, el sacerdote precisó que “no existe bases o razones para ver en esto una intención de promover un control 'restrictivo' por parte de la congregación sobre la promoción de la renovación litúrgica deseada por el Concilio Vaticano II”.