(PFB/Infocatólica) Así lo hizo el pasado domingo al asistir a una misa en la Catedral de Santa Teresa en la capital de Sudán del Sur. Para los sudaneses el sur, negros y cristianos en su mayoría, parece que ha terminado la guerra y la persecución.
Hasta hace poco, los soldados del norte, árabes y musulmanes, bombardeaban sus pueblos, quemaban sus cosechas y les convertían en esclavos. El número de muertos de la última guerra civil (1983-2005) se calcula en dos millones. Dentro de unas semanas, su país proclamará su independencia y se convertirá en el Estado número 54 de África, con grandes reservas de petróleo, pero mucha pobreza.
La Iglesia católica ha insistido en que la construcción del nuevo país sólo puede hacerse sobre la base del perdón. El presidente de Sudán del Sur, Silva Kiir, uno de los jefes de la guerrilla que combatió al norte, participa de esta propuesta.
El domingo pasado Kiir asistió a una misa en la catedral católica de Santa Teresa, en Juba, la capital de Sudán del Sur. Allí, desde el púlpito, pidió a sus compatriotas que perdonan a quienes les han hecho sufrir. Esta fue su oración: “Que Dios bendiga con la paz eterna a nuestros hermanos y hermanas que han muerto durante los tiempos de lucha y que, como hizo Jesucristo en la cruz, perdone a aquéllos que les causaron una muerte violenta”.