(Agencias/InfoCatólica) Benedicto XVI ha señalado que actualmente la libertad religiosa está amenazada por dos extremos negativos, el laicismo “que margina la religión a la esfera privada” y el fundamentalismo religioso “que quiere imponerla a todos con la fuerza”, en el ángelus recitado desde la ventana de su estudio ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro en el primer día del año.
Ha señalado Benedicto XVI que la Iglesia entiende que la paz “es obra de las conciencias que se abren a la verdad y al amor”. Además, ha subrayado la importancia de la religión como “factor de unidad y de paz para la familia humana” y ha afirmado que Cristo “ha traído al mundo la semilla de la paz” que es “más fuerte del odio y de la violencia”.
Libertad religiosa y construcción de la paz
El Papa ha subrayado que “allí donde se reconoce efectivamente la libertad religiosa” se respeta “la dignidad de la persona humana” a través de una “sincera búsqueda de la verdad y del bien” y se consolidan las mismas instituciones y “la convivencia civil”. Por ello, ha explicado Benedicto XVI, la libertad religiosa es “el camino privilegiado para construir la paz”.
En el día en que en el mundo se celebra la 44º Jornada Mundial de la Paz, Benedicto XVI ha señalado que la Iglesia entiende que “la paz no se alcanza con las armas ni con el poder económico, político, cultural y mediático” sino que “es obra de las conciencias que se abren a la verdad y al amor”.
Además, ha subrayado la importancia de la religió como “factor de unidad y de paz para la familia humana” y ha afirmado que Cristo “ha traído al mundo la semilla de la paz” que es “más fuerte del odio y de la violencia”.
Por primera vez en sus cinco años de Pontificado, Benedicto XVI ha convocado a una Jornada Mundial de Oración por la Paz el próximo mes de octubre en Asís para “renovar solemnemente el empeño” de los creyentes de cada religión a “vivir la propia fe religiosa como servicio para la causa de la paz”.
Por último, Benedicto XVI ha felicitado el año a los peregrinos de lengua española y les ha invitado a “entrar en la escuela de María” para aprender de Ella “a acoger en la fe y en la oración la salvación que Dios quiere derramar” sobre aquellos que confían “en su paz y amor misericordioso”.