(EP/InfoCatólica) Jáuregui ha señalado, en declaraciones a TVE, que las manifestaciones de la Iglesia sobre la tramitación de normas «que rozan» con su código moral, «no corresponden a una actitud de respeto a la democracia y hacia la soberanía popular».
No obstante, ha admitido que algo “importante” que acepta la Iglesia es que reconoce que su valoración sobre determinadas iniciativas legislativas “puede formar parte del debate público”, siempre que, según ha apuntado Jáuregui citando a Habermas, “transforme sus principios teológicos en argumentos razonables”.
Así, ha afirmado que no le parece “mal” que se escuche el punto de vista de una “concepción biológica cristiana, si es que cabe decir eso” o “sobre la manera en que hay que regular el fin de la vida”, aspectos en los que, a su juicio, hay que escuchar a la Iglesia católica así como a otras Iglesias. En todo caso, ha indicado que es la soberanía popular a través de las Cortes las que tienen que hacer las leyes porque, según ha precisado, “la ley es de los hombres, no es de Dios”.
Temas con visión progresista
Por otra parte, el ministro de Presidencia ha advertido a la Iglesia de que “falta” que se escuche su voz en materias “coincidentes con una posición progresista de la vida”, como la manera de tratar al inmigrante, de incluir al excluido, de buscar la paz y la solidaridad en relación con la política fiscal.
“Parece que la Iglesia sólo se pronuncia cuando se trata de un código moral que afecta a la vida, a la familia, al aborto, pero la iglesia tiene mucho más que decir”, ha agregado, al tiempo que ha apuntado que “la acción social de la Iglesia en muchos aspectos, con Cáritas, Manos Unidas, es formidable en España y todo el mundo”.
Sin embargo, ha explicado, basándose en sus conversaciones con cardenales en Roma, que, en determinadas materias, la Iglesia considera que sus principios teológicos “no son objeto de negociación”, como la vida. “La Iglesia no puede aceptar que entre vida y muerte haya zonas grises de debate público, entonces la opción es decir no, la vida hay que protegerla en todo caso y lo mismo cabe decir de la familia”, ha señalado.
Colaboración "muy estrecha" para la JMJ
En todo caso, ha asegurado que las relaciones entre el Ejecutivo y la Iglesia son “muy buenas”, en un marco de “respeto y cooperación” y, en este sentido, ha recordado que España tiene “un acontecimiento muy importante” en agosto del próximo año, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en la que, según ha explicado, están trabajando “de manera muy estrecha” con los organizadores, a través de una comisión mixta.
Concretamente, ha indicado que este marco de “cooperación” es el que establecen las leyes españolas de un país “aconfesional” que, según ha remarcado, construye “una laicidad positiva, incluyente, que reconoce el hecho religioso pero que se expresa desde el poder desde la reivindicación de su autonomía y de su aconfesionalidad”.
La Iglesia, conforme con la financiación
Finalmente, Jáuregui ha declarado que el modelo de financiación que establece que el ciudadano marque de una forma voluntaria a quién destina el 0,7 por ciento, ha beneficiado a la Iglesia pues, según ha apuntado, “muchos españoles” marcan en su casilla esta partida, lo que ha provocado “una ligera mejora” en la cantidad total de financiación en los últimos años. Por todo ello, el ministro cree que, el hecho de que la Iglesia no haya dicho nada al respecto, demuestra que “están conformes” con el modelo de financiación.