(Agencias/infoCatólica) El reconocimiento lo hizo en el discurso que dirigió a los obispos de la conferencia episcopal filipina, encabezados por el cardenal Gaudencio Rosales, que han acudido al Vaticano para la visita «ad limina apostolorum».
Observo con reconocimiento la labor de la Iglesia para la abolición de la pena de muerte en su país”, afirmó el Papa, que encomendó asimismo a los obispos filipinos la defensa de la vida “desde la concepción hasta la muerte natural”. El Obispo de Roma les exhortó también a “defender la integridad del matrimonio y la familia”. Filipinas y Malta son los dos únicos países de mayoría católica donde el divorcio está prohibido.
De hecho, el Santo Padre defendió el derecho de los obispos católicos a opinar en cuestiones relativas a la esfera política y aseguró que eso “no debe sorprender, porque la Iglesia busca el bien de la sociedad”. Benedicto XVI destacó asimismo el compromiso de la Iglesia en la defensa y ayuda de los pobres y los más débiles de la sociedad y señaló que muchos filipinos “siguen sin empleo, educación adecuada y servicios básicos”.
El Papa Ratzinger exhortó a los filipinos a luchar contra la corrupción, “ya que el crecimiento de una economía justa y sostenible sólo se logrará cuando haya una clara y coherente aplicación del estado de derecho en todo el país. El Pontífice subrayó asimismo la importancia de los medios de comunicación a la hora de transmitir el Evangelio, “para que el mensaje evangélico pueda tener un impacto más poderoso en las gentes”.