(Zenit/InfoCatólica) En declaraciones a Radio Vaticano sobre la respuesta de la Iglesia a los abusos contra menores por parte del clero, el cardenal Burke afirma que «por un lado se puede decir que nunca será suficiente lo que se pueda hacer para evitar que sucedan hechos tan horribles, los más dolorosos, la ruptura de la confianza entre un sacerdote, un padre espiritual, y un niño».
No obstante, el prelado cree que “se ha tomado toda medida prudente para afrontar este mal de manera que no vuelva a verificarse”. “El trabajo continúa, pero creo que se han dado pasos enormes”, añade.
En la entrevista el purpurado habla también de uno de los debates que se vivieron en años pasados en el seno de la Iglesia en Estados Unidos sobre el acceso a la comunión de personas que de manera pública y persistente defienden públicamente el derecho de una mujer a abortar.
“En los dos mil años de la tradición de la Iglesia, siempre ha defendido firmemente que una persona que se encuentra de manera pública y persistente en condición de pecado grave no debería acercarse a recibir la Comunión, y si lo hace debería negársele”, declara.
“Es desalentador que los miembros de la Iglesia afirmen que no comprenden esto y digan que por algún motivo se justifica el que alguien que está en pecado de manera pública y persistente pueda recibir la Comunión”, concluye.