(La Prensa/InfoCatólica) Ayer, en conferencia de prensa, Sacha Llorenti, ministro de Gobierno (ministro del Interior) dijo que el Gobierno «rechaza categóricamente las declaraciones de carácter político de algún representante» del episcopado católico.
El Ministro puntualizó además que “Bolivia vive uno los momentos más plenos de valores democráticos” de su historia, con la distribución de los ingresos y la participación de sectores tradicionalmente desplazados en escenarios de decisión y poder, pese a que reconoció que hay “defectos y problemas” en la construcción del nuevo modelo de Estado.
Sacha Llorenti anotó que “algunos jerarcas de la Iglesia son portavoces del Estado colonial y de los ricos”. La crítica gubernamental se refirió también a la estructura interna de la Iglesia: “Que algunos jerarcas vean la viga en el ojo propio. Posiblemente, una de las instituciones más antidemocráticas en la historia de la humanidad sea la Iglesia Católica”, e hizo alusión al hecho de que sólo hombres pueden ejercer el sacerdocio y “sistemáticamente discrimina a las mujeres”.
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Atribuyó la reacción de los obispos a que “nunca nos va a perdonar que, ahora, todas las iglesias sean iguales”, y recordó que Mons. Jesús Pérez ofició una misa en Sucre dentro de una campaña, según Llorenti, para que se rechace la actual Constitución. “Desde sus campanarios, en Sucre, se llamó al enfrentamiento entre bolivianos”, en referencia a que ciudadanos sucrenses eran convocados con el tañido de campanas para impedir los debates de la Asamblea Constituyente en 2007.
El Ministro de Gobierno dijo que “la jerarquía católica es antidemocrática, machista, y reaccionaria”. Afirmó que algunos sacerdotes intentan convertir los templos en plataformas de acción política opositora, aunque reconoció que tienen derecho a “defender los intereses de los partidos menguados de la derecha”.
Las declaraciones de Llorenti fueron secundadas, por separado, por el ministro de Defensa, Rubén Saavedra; el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) Eugenio Rojas, y el portavoz presidencial, Iván Canelas.
Desde Cochabamba, donde se encuentran reunidos, los obispos del país emitieron una escueta declaración, en la que dieron cuenta de que no fue su intención causar una reacción tan fuerte de parte de las autoridades del Gobierno por sus afirmaciones la CEB, y que los 35 obispos reunidos desde el jueves en la Casa Maurer emitirían un mensaje final el martes de la semana próxima.