(Diario de Sevilla/InfoCatólica) El sueldo de los sacerdotes sevillanos está a la cola de los salarios establecidos por la Iglesia española. Un párroco que ejerza su ministerio en la Archidiócesis de Sevilla cobra al mes 633,30 euros. La diferencia es de hasta un 31% si se compara con lo que puede llegar a recibir un cura de otra diócesis.
Con el importe del salario mínimo interprofesional, los sacerdotes cubren sus necesidades básicas de alimentación y ropa, ya que la vivienda y sus gastos corren a cuenta del Arzobispado, propietario o arrendatario del inmueble donde el presbítero se aloja.
El sueldo base puede aumentar en función de las aportaciones que reciba del consejo económico de cada parroquia o por labores pastorales distintas a la de párroco. No obstante, en ninguno de estos casos el salario se eleva por encima de los 1.000 euros, cantidad que sólo la supera el arzobispo, que percibe mensualmente 1.200 euros.
Mons. Asenjo zanjó cualquier posibilidad de cambio de la situación en unas declaraciones pronunciadas tras oficiar la misa en memoria de los Fieles Difuntos en el Cementerio de San Fernando, donde se dieron cita unas mil personas. Aseguró que “la verdad es que tampoco necesitamos demasiado para vivir. Vivimos muchas veces solos o con la compañía de nuestras madres o de una hermana. Con lo que cobramos nos da para vivir con modestia y con alegría. Hay gente que lo pasa peor que nosotros”.