(Efe/InfoCatólica) Se necesita sólo un 34 por ciento de los votos cuando el tema vuelva a votarse en las diócesis respectivas, con lo cual basta que una persona más se oponga a la consagración de mujeres para derrotar a los progresistas, señalaron al diario fuentes del sector conservador del anglicanismo.
El Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra, cuyo modelo está inspirado en el Parlamento británico, se elige cada cinco años y consiste en tres cámaras: los seglares, el clero y los obispos. El próximo será inaugurado en noviembre por la reina Isabel II, que es su Gobernadora Suprema, en la abadía londinense de Westminster.
El Sínodo lleva ya tres décadas discutiendo la ordenación de mujeres, algo que aprobó por estrecho margen en 1992, lo que posibilitó que se ordenase a las primeras sacerdotisas en la catedral de Bristol en la Pascua de 1994. La legislación que permitiría dar el paso siguiente con la consagración de obispas está siendo discutida actualmente por las 44 diócesis del país y volverá al sínodo en 2012, cuando necesitará una mayoría de dos tercios de las tres cámaras.
El movimiento evangélico Reform debate hoy la propuesta de crear una nueva sociedad que sería como “una iglesia dentro de una iglesia” destinada a los evangélicos conservadores, que se oponen a la elevación de mujeres al episcopado. Mientras que muchas mujeres se resisten a las medidas en discusión tendentes a disminuir el estatus de las obispas frente a sus colegas masculinos, los tradicionalistas consideran insuficiente la propuesta de un código de práctica destinado a salvaguardar sus intereses.
A la sensación de crisis está contribuyendo la decisión del Vaticano de crear un ordinariato católico que acogería a los anglicanos que se niegan a aceptar a mujeres como obispas. El ordinariato, que se lanzará el próximo año en Gran Bretaña, permitirá tanto a los seglares como al clero y a los obispos convertirse a la Iglesia de Roma sin renunciar a determinados aspectos del legado anglicano.
Al menos tres obispos anglicanos han manifestado ya su decisión de dar ese paso: todos ellos tienen actualmente la función de “obispos volantes”, encargados del cuidado pastoral de los pastores y seglares opuestos a la ordenación de mujeres tanto como sacerdotes como de su elevación al obispado. Según The Times, se espera que los tres obispos anuncien su dimisión del anglicanismo durante las próximas Navidades: se trata de John Broadhurst, obispo de Fulham, y los obispos de Ebbsfleet y Richborough, Andrew Burnham y Keith Newton, respectivamente.