(ACI/InfoCatólica) Asimismo, los prelados lamentan que las autoridades no puedan prevenir ni sancionar a los responsables y advierten de que “la violencia y la muerte no son solución a los problemas del hombre. Es necesario considerar que sólo la racionalidad en las acciones humanas permitirá una sociedad en paz y amor”.
En ese sentido, la CEB asegura que más allá de las múltiples causas que se quieran encontrar, el origen de este comportamiento es el destierro de Dios de la sociedad y de las personas, y que “induce la falta de referencia moral en el actuar y el desprecio a la vida en el corazón de las personas”.
“Una verdadera democracia no se edifica sobre la muerte, hay que tener la capacidad para encontrar alternativas de rehabilitación para las personas que cometen faltas graves, pero jamás eliminarlos, eso no es ético, ni humano, ni mucho menos cristiano”, advierten los obispos.
La CEB condena “vehementemente estos hechos” y llama a los bolivianos a desterrar estas prácticas inhumanas y a redescubrir “los auténticos valores humanos y cristianos que nacen de la fe en el Dios de la Vida y del Amor”.