(Levante.emv) Medio Ambiente negó rotundamente la versión del Ayuntamiento de Alcossebre, que afirmó que la obra tenía autorización previa de la conselleria. “Únicamente se dio autorización desde esta conselleria para una rehabilitación destinada exclusivamente a uso propio y sometida a una serie de condicionantes que en ningún caso contemplaban construir o poner en marcha un hotel. Si se está usando como hotel nos están engañando y se denunciará ante la Fiscalía”, apuntaron fuentes del Consell.
Con este objetivo, la Generalitat Valenciana enviará a su cuerpo de agentes ambientales al objeto de llevar a cabo una inspección de los diversos edificios y del supuesto impacto ambiental que han provocado en esta zona protegida.
La decisión de Medio Ambiente pone en entredicho la versión del concejal de Urbanismo de Alcalá de Xivert, Javier Tosar, quien aseguró el jueves que la construcción “es legal”. Según el edil, se trata “simplemente de la rehabilitación de un edificio ya existente que cuenta con la correspondiente licencia, la cual pidieron y fue concedida con informe favorable de la Conselleria de Medio Ambiente”. La denuncia de Gecen fue presentada con el respaldo de varios vecinos y se dirige contra la constructora, el Ayuntamiento de Alcalà de Xivert y la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda.
Los ecologistas argumentan que se han alzado dos nuevos edificios, una piscina y un aparcamiento de 500 metros cuadrados “sin autorización alguna e incumpliendo tanto la normativa del Parque Natural como la urbanística a nivel del municipio y de la Comunitat Valenciana”.
Según Gecen, al margen de las obras en el local ya existente, “se ha talado una buena parte de masa forestal para la construcción de dos nuevos pabellones, piscina y parking y elevado en altura la construcción preexistente, ampliando, con todo ello, muy por encima del 20% la superficie construida respecto a la ocupada por la construcción inicial”.
De uso religioso a negocio privado
Gecen cuestiona que el uso religioso se ha utilizado como excusa para edificar un negocio privado que finalmente “no se corresponde con ninguna obra de carácter religioso y se trata de un complejo hotelero convencional”.
La condición de complejo hotelero aparece confirmada en la página web de una entidad vinculada a la Iglesia Evangélica (www.esglesiadecrist.org), que también destaca la presencia de una capilla en honor a San Pedro.
Los ecologistas exponen que existe un supuesto contrato de concesión por un periodo de 16 años y solicitan a la Fiscalía que intervenga el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).
Levante-emv contactó el jueves con la Iglesia Evangélica Reformada para publicar su versión de los hechos, pero a fecha de hoy todavía no ha recibido respuesta.