(SIC/InfoCatólica) Por su parte, Gregorio Roldán, secretario general de la JMJ y responsable de la pastoral juvenil de Madrid, ha mencionado que “este año los objetivos del plan pastoral tienen una mayor proyección por la acogida a jóvenes de todo el mundo durante la JMJ: los protagonistas principales son los jóvenes”. El encuentro de agosto, además, permitirá “un impulso para la evangelización de la sociedad, será un testimonio en una sociedad desestructurada de un pueblo que se articula en torno a Jesucristo”.
Las líneas de acción se resumen en tres áreas principales: crecer en el conocimiento de Jesucristo, fomentar la oración y la participación en los sacramentos, y testimoniar la fe mediante la palabra y la acción. El plan de la
diócesis consta de materiales que se entregan trimestralmente además de unas guías pedagógica y metodológica, así como unas pautas para seguir el plan.
El plan se inspira en el tema de la próxima JMJ: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”, de la carta de san Pablo a los cristianos de Colosas. La frase del apóstol ha sido desglosada por el Papa en su recién publicado Mensaje a los Jóvenes, que sirve como referente para la preparación espiritual del acontecimiento en todo el mundo. El Santo Padre destaca en su mensaje que “la calidad de nuestro encuentro dependerá, sobre todo, de la preparación espiritual, de la oración, de la escucha de la Palabra de Dios y del apoyo recíproco”. Más adelante anima a los jóvenes a un reto personal: “Entablad y cultivad un diálogo personal con Jesucristo (…), hablad con Él en la oración, confiad en Él. Nunca os traicionará”.
Preparativos en marcha desde el 2008
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid comenzó sus preparativos en 2008, apenas clausurada la precedente en Sídney (Australia). Tras el anuncio de que Madrid acogería la siguiente Jornada, el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, pidió a las congregaciones de vida contemplativa que comenzaran a rezar por la preparación y los frutos de la JMJ de Madrid. Los cimientos de la Jornada de Madrid se asientan en la oración. Gregorio Roldán se ha apoyado en este punto al destacar que “los religiosos son el alma de la JMJ”.
El plan pastoral incide de manera especial en la preparación personal mediante la atención especial a la mejora en la oración y el conocimiento de Jesucristo, la práctica habitual de los sacramentos de la Eucaristía y la Penitencia. En cuanto a la preparación en comunidad se incide en la oración en familia, la participación en la vida parroquial y en el anuncio de la JMJ entre amigos y conocidos, así como fomentar la Confirmación entre los jóvenes que no la hayan recibido.
Todos los fieles están llamados a participar en la organización del acontecimiento. El cardenal Rouco apelaba en su carta pastoral del pasado junio a la generosidad de las familias para acoger a jóvenes de todo el mundo en sus casas ya que “recibirán un hermoso testimonio de fe al participar en la oración de las familias que les acogen y les invitan a participar de la oración común”.
Otro de los instrumentos pastorales de la JMJ es la peregrinación de la Cruz de los jóvenes, que está recorriendo la geografía española desde el año pasado.
Durante su recorrido la Cruz ha visitado innumerables colegios, parroquias, cárceles o centros asistenciales. Uno de los símbolos de la Jornada se hace presente en la calle como preparación de este acontecimiento, como es tradicional en todas las JMJ.