(Zenit/InfoCatólica) El Papa advierte además que vivimos en un momento en el que se constata una especie de eclipse de Dios en la sociedad y que por ello los jóvenes deben intensificar su camino de fe.
“A lo largo de este año, preparaos intensamente para la cita de Madrid con vuestros obispos, sacerdotes y responsables de la pastoral juvenil en las diócesis, en las comunidades parroquiales, en las asociaciones y los movimientos”, pide el Papa.
En su mensaje, Benedicto XVI reitera a los jóvenes, a quienes se dirige como “amigos”, la invitación a asistir a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid del 16 al 21 de agosto de 2001 y les asegura su “recuerdo paterno en la oración”. “Con profunda alegría, os espero a cada uno personalmente” en la JMJ 2011, asegura el Santo Padre, refiriéndose al encuentro como a “este evento tan importante para la Iglesia en Europa y para la Iglesia universal”.
Eclipse de Dios
En su mensaje, Benedicto XVI advierte que “aunque el conjunto de los valores, que son el fundamento de la sociedad, provenga del Evangelio –como el sentido de la dignidad de la persona, de la solidaridad, del trabajo y de la familia–, se constata una especie de eclipse de Dios, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza.
Es por ello que el Papa exhorta a los jóvenes “a intensificar vuestro camino de fe en Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Vosotros sois el futuro de la sociedad y de la Iglesia” y les recuerda que “como escribía el apóstol Pablo a los cristianos de la ciudad de Colosas, es vital tener raíces y bases sólidas”.
Apoyo de la comunidad cristiana
El Papa anima a los jóvenes a buscar “el apoyo de la comunidad cristiana, el apoyo de la Iglesia” en su seguimiento de Cristo, sin desanimarse por las “infidelidades personales y por muchas voces que nos sugieren vías más fáciles”.
Benedicto expresa igualmente su voluntad de “que todos los jóvenes, tanto los que comparten nuestra fe, como los que vacilan, dudan o no creen, puedan vivir esta experiencia, que puede ser decisiva para la vida: la experiencia del Señor Jesús resucitado y vivo, y de su amor por cada uno de nosotros”.
Al mismo tiempo, el Obispo de Roma asegura que la Iglesia cuenta con los jóvenes, ”necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza”, y destaca que la juventud “renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da un nuevo impulso”. Por ello, asegura el Papa, “las Jornadas Mundiales de la Juventud son una gracia no sólo para vosotros, sino para todo el Pueblo de Dios”.
El Papa recuerda la JMJ de Sidney 2008
Benedicto XVI confiesa que piensa con frecuencia en la Jornada Mundial de la Juventud de Sidney, celebrada en el 2008. “Allí vivimos una gran fiesta de la fe, en la que el Espíritu de Dios actuó con fuerza, creando una intensa comunión entre los participantes, venidos de todas las partes del mundo”, recuerda Benedicto, quien asegura que “aquel encuentro, como los precedentes, ha dado frutos abundantes en la vida de muchos jóvenes y de toda la Iglesia”.
La Iglesia en España trabaja intensamente
Por otra parte, el Papa deja constancia a los jóvenes de que “la Iglesia en España se está preparando intensamente para acogeros y vivir la experiencia gozosa de la fe”. En este sentido, da las gracias “a las diócesis, las parroquias, los santuarios, las comunidades religiosas, las asociaciones y los movimientos eclesiales, que están trabajando con generosidad en la preparación de este evento” y asegura que “el Señor no dejará de bendecirles”.
El Santo Padre trae a la memoria que “ya en 1989, algunos meses antes de la histórica caída del Muro de Berlín, la peregrinación de los jóvenes hizo un alto en España, en Santiago de Compostela”, y afirma que “ahora, en un momento en que Europa tiene que volver a encontrar sus raíces cristianas, hemos fijado nuestro encuentro en Madrid, con el lema Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe (cf. Col 2, 7).
Finalmente, Benedicto XVI desea a los jóvenes “que la Virgen María acompañe este camino de preparación” y que interceda para que en esa JMJ “podáis crecer en la fe y en el amor”.