(C-Fam/Fides/InfoCatólica) En julio, una carta de los miembros del Congreso estadounidense alertó a los keniatas sobre el hecho de que la campaña por el «sí» estaba siendo financiada por un monto de 23 millones de dólares provenientes del gobierno de los Estados Unidos.
En julio, el Obispo católico de Nairobi pidió a los fieles que votaran «no», dada la cláusula sobre el aborto, que permite al personal médico aprobar abortos cuando lo estimen adecuado. El 2 de agosto apareció en el periódico Daily Nation un anuncio en el que se aseguraba: “El borrador de la Constitución NO legaliza el aborto”, porque hay una cláusula que afirma que “la vida comienza en el momento de la concepción”. En el anuncio también se acusaba a los líderes de la Iglesia de seguir “propagando injuriosas y hostiles falsedades que deliberadamente tergiversan las nuevas leyes propuestas”.
Presiones de los grupos abortistas y del gobierno de Obama
En realidad, el borrador de la Constitución que ha sido aprobado en el referendum, contiene una cláusula que legaliza el aborto, y las agrupaciones abortistas han ido preparando el campo para el resultado. Marie Stopes, uno de los principales proveedores de aborto del mundo, inició un programa en abril para enviar mediante mensajes de texto información acerca de sus servicios directamente a los celulares de Nairobi. En mayo, un grupo de profesionales de la medicina emitió un documento titulado “Estándares y lineamientos para proveer servicios de aborto seguros y legales en Kenia”. En la semana de la votación, los medios electrónicos y gráficos publicaron historias acerca de estudios que afirman que el elevado índice de mortalidad materna en Kenia se debe al aborto ilegal.
Obama envió al vicepresidente Biden a Nairobi para presionar al presidente Kibaki y al primer ministro Raila Odinga y más tarde designó al embajador Michael Ranneberger para dirigir los esfuerzos de Estados Unidos. Según AllAfrica.com, el diplomático indicó al personal estadounidense, y hasta a los voluntarios del Cuerpo de Paz, que hicieran campaña a favor del documento en todo el territorio y aprovechó la excelente reputación de Obama con promesas de financiación por parte de los Estados Unidos y una visita del Primer Mandatario de ese país, cuya abuela paterna reside en Kenia.
Un médico keniata dijo a Friday Fax: “Los administradores del gobierno, como los secretarios permanentes, comisionados provinciales, comisionados y oficiales de distritos, líderes y jefes paraestatales, todos fueron a los pueblos a convencer a la gente para que votara a favor del documento”. Otra persona que hacía campaña por el «no» dijo que él, su mujer y un pequeño grupo de personas viajaron todos los fines de semana, durante tres meses, por los largos caminos de tierra de Kenia, para decir la verdad acerca de la Constitución a sus compatriotas. Además, sostuvo que los pocos opositores de la Constitución entre los miembros del Parlamento del país fueron tan duramente criticados por los funcionarios de alto nivel, que, a la larga, cambiaron sus posturas.
Los obispos piden que se corrijan los errores
Tras el referendum, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Kenia, Cardenal Njue, afirmó que los obispos respetan su resultado, pero que se deben corregir los errores, y recordó que existen aspectos de la nueva Carta Magna que suscitaron la oposición de las comunidades cristianas, en particular aquello que concierne al aborto. El mensaje, enviado a Fides por la Agencia CISA de Nairobi, expresó el llamado de los obispos a rezar por una buena Constitución, “que respete el derecho a la vida, salvaguarde la libertad religiosa en sus legítimas manifestaciones y sostenga a la familia como la institución más importante de la sociedad”.
Finalmente, tras felicitar a los kenianos por el comportamiento pacífico durante la consulta, los prelados recordaron que “la verdad y la justicia no es cuestión de mayorías. Por esto, como pastores encargados de ser una guía moral para nuestro pueblo, reafirmamos una vez más la necesidad de pensar en los temas éticos, ausentes en esta nueva Constitución. Este tema no puede ser silenciado”.