(EP/InfoCatólica) El imán, Abdelwahab Houzi, ha explicado que el consistorio les dejó el jueves entrar una vez porque tenían “papeles importantes”. “Hemos llamado y nos han abierto”, ha precisado, aunque no se ha referido a la segunda entrada.
La mezquita fue cerrada el día 21. Desde entonces, los musulmanes rezan en los Camps Elisis, aunque sólo tienen permiso para hacerlo los viernes. Hasta el lunes rezaron en el mismo pabellón al aire libre que el Ayuntamiento les cede los viernes y desde el martes en una marquesina del mismo parque, más alejada de las viviendas cercanas al parque.
“No es ilegal. Nosotros estamos rezando, ya lo hemos dicho desde el primer día desde que cerraron la mezquita, tenemos obligación de rezar, no es para provocar nada ni nadie, estamos rezando tranquilamente”, ha dicho, y ha agregado: “Estamos en un sitio apartado. No hay ninguna ley que prohíba rezar, no es como un parking. No hay molestias, no molesta ni a peatones ni a coches ni a nada”.
“Lo único que hemos hecho es pedir permiso para que el Ayuntamiento se tranquilice. Nosotros no estamos haciendo ningún mal. Seguimos rezando. Lo que hacíamos en la mezquita lo hacemos igual”, ha precisado.
Nos consideran los malos, los criminales
Houzi ha afirmado que su asociación tiene dificultades para encontrar un nuevo local. “Las declaraciones que está haciendo la otra parte está creando problemas y dificultades en la convivencia, están produciendo el odio en la ciudad de Lleida en contra de la comunidad musulmana y la mezquita”, ha dicho Houzi.
“Nos consideran los malos, los criminales. Si atacas y hablas de una manera de una persona como si estás criticando y dices salafista sin explicar lo que es salafista estás poniendo dudas en la mente de la gente”, ha concluido.
Un año de plazo para construir una nueva mezquita
El pasado mes de junio el Ayuntamiento de Lérida dio un año de plazo a la comunidad islámica para iniciar la construcción de la nueva mezquita en el polígono, que debe sustituir a la de la calle del Nord y que tantos enfrentamientos ha provocado con los vecinos. El nuevo templo está proyectado en un solar cedido por el consistorio hace dos años y medio, aunque las obras aún no han empezado, según los propios representantes de la comunidad religiosa, por falta de dinero.
El primer edil aseguró entonces que el terreno se cedió para una finalidad concreta y que, si ésta no se materializa, el acuerdo se revocará porqué “el solar no puede estar hipotecado indefinidamente”.
El acuerdo entre el consistorio y la comunidad islámica se firmó en diciembre de 2007 y establecía la cesión por 50 años de un solar en el polígono industrial El Segre a cambio de un canon anual de 8.000 euros.