(Avan) Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl llegaron a Benigànim en 1885 con el fin de “ayudar a combatir una epidemia de cólera” que afectó a la localidad y por ello fundaron el Asilo Hospital, en el que años más tarde habilitaron también para ofrecer formación a niños desde Educación Infantil un colegio que todavía funciona en la actualidad. El centro escolar seguirá “a partir de ahora impartiendo la misma formación con el carisma y premisas de caridad y educación cristiana que impulsaron las religiosas”, según el alcalde.
La concesión del título de “Hijas Adoptivas” se realizará durante la celebración de un pleno extraordinario del Ayuntamiento esta tarde a las 18.30 horas, en el que estarán presentes las cinco últimas religiosas Hijas de la Caridad que permanecían en Benigànim, Sor Milagros, Sor Martina, Sor Mercedes, Sor Matilde y Sor Isabel, junto a religiosas de la congregación de otras ciudades y familiares.
Respaldo unánime
La iniciativa, respaldada por los partidos políticos y “todo el pueblo de Benigànim”, surgió “dado el cariño y gratitud que sentimos todos hacia la religiosas por su labor admirable centrada en la enseñanza, la caridad y la atención de enfermos a lo largo de tantos años”, según Puchades. Tras el pleno, la iglesia parroquial de San Miguel acogió la celebración de una misa de acción de gracias a las 19 horas y todos los asistentes compartieron una merienda-cena.
Las cinco religiosas atendían hasta ahora el colegio La Milagrosa de Benigànim, que ahora va a ser gestionado por la Fundación del antiguo Asilo Hospital Hijas de San Vicente de Paúl y de la Beata Inés, con el que empezaron su labor en la población. Aunque la labor educativa destinada a niños de hasta tres años ha sido “clave” en los últimos años, la presencia de las Hijas de la Caridad de Benigànim “siempre ha estado vinculada a la caridad", según el alcalde que ha añadido que, las monjas "preparaban bolsas de comida par los más necesitados y con la crisis ayudaban a familias sin recursos”.
A lo largo de este tiempo, las Hijas de la Caridad han recibido varios homenajes en reconocimiento de su trabajo y dedicación. Así, en 1956, el Ayuntamiento dedicó una calle a Sor Gregoria Gómez y, este año, se ha abierto un Centro de Día con el nombre de una de las cinco monjas que ahora abandonan la población, Sor Martina Muñoz Pardo.