(InfoCatólica) Pese a no haber ocupado cargos en la curia de Santiago de Chile y haner mantenido un permanente bajo perfil, el padre Fernando Karadima es una figura de gran prestigio en la Iglesia chilena como formador de jóvenes, varias decenas de ellos sacerdotes en la actualidad.
Cinco actuales obispos salieron de su parroquia: el obispo auxiliar de Santiago, Andrés Arteaga; el obispo de Talca, Horacio Valenzuela; el obispo castrense, Juan Barros; el obispo de Linares, Tomislav Koljatic, y el obispo de Los Ángeles, Felipe Bacarreza. En ese trabajo de formación fundó el movimiento sacerdotal Sagrado Corazón de Jesús.
Karadima nació en 1930 y fue ordenado sacerdote diocesano en 1958. A los 15 años necesitó un director espiritual, y un día fue al colegio San Ignacio, de calle Alonso Ovalle, donde conoció al Padre Alberto Hurtado, quien definió su vocación. Toda su vida sacerdotal transcurrió en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de El Bosque, en Providencia, Santiago de Chile. Recién ordenado, se integró a una sociedad sacerdotal que funcionaba en dicha parroquia, dirigida por monseñor Alejandro Huneeus. Luego fue vicario cooperador y, desde 1980 hasta 2006, párroco.
Dos acusaciones contra el padre Karadima en 2003 y 2005
Trascendió posteriormente que la acusación que investiga desde hace más de seis meses el Promotor de Justicia de la diócesis de Santiago habría surgido del testimonio del médico gastroenterólogo James Hamilton Sánchez y su esposa Verónica Miranda, y se referiría a hechos que comenzaron cuando, tras fallecer su padre y recien comenzada la carrera de Medicina, Hamilton comenzó a frecuentar el grupo de jóvenes de Acción Católica en la parroquia de El Bosque y conoció al padre Karadima, quien se convirtió en su confesor y guía espiritual, y habría abusado de él sexual y psicológicamente.
Hamilton dijo haber sido abusado durante dos décadas, a partir de los 17 años, incluso después de haber contraído matrimonio. Círculos de la comunidad religiosa atribuyen las acusaciones al distanciamiento que Karadima tuvo con Hamilton tras la ruptura del matrimonio, que en el año 2009 pidió la nulidad matrimonial.
Al parecer, en 2003, se recibió en el arzobispado de Santiago el primer testimonio: uno de los jóvenes integrantes de los grupos de Acción Católica, que después de ser seminarista diocesano pasó al noviciado de los jesuitas, abandonándolo posteriormente, Juan Murillo, aseguraba haber víctima de acoso e intentos de abuso sexual por parte de Fernando Karadima, entre 1994 y 1996, cuando el acusador tenía entre 18 y 20 años. En 2005 le hizo llegar al cardenal Errázuriz una declaración notarial, efectuada en París, el 25 de mayo de ese año, en la que relataba su versión de los hechos, enviando copia de la declaración al entonces obispo auxiliar de Santiago, Ricardo Ezzati.
En 2005 también habrían llegado al arzobispo de Santiago las primeras declaraciones sobre abusos sexuales del P. Karadima por parte de James Hamilton. Ante estas dos acusaciones, se abrieron investigaciones previas, que fueron posteriormente suspendidas. Sin embargo, en septiembre de 2006 el padre Fernando Karadima dejó de ser párroco de El Bosque, después de 23 años de labor, sucediéndole un sacerdote de su círculo, el padre Juan Esteban Morales. Él siguió viviendo en la parroquia, donde continuó celebrando misas y dirigiendo los retiros espirituales de Semana Santa. A esas alturas, en el clero de Santiago ya circulaba con fuerza el rumor de una investigación previa contra el ex párroco.
En el invierno de 2009, el Tribunal Eclesiástico de Santiago acogió a trámite la causa de nulidad matrimonial del doctor Hamilton. Por el mismo período, el cardenal Errázuriz ordenó reactivar la investigación previa sobre el caso Karadima, relevando al promotor de Justicia Eliseo Escudero y reemplazándolo por el sacerdote Fermín Donoso.
Las investigaciones previas a partir de 2009
Hamilton insistió con sus denuncias contra Karadima. Esta vez, entregó su testimonio ante el canciller del Arzobispado de Santiago, el sacerdote Hans Kast. Ambos se conocían desde hacía décadas, cuando coincidieron en la parroquia de El Bosque.
El abogado Juan Pablo Bulnes, representante del padre Karadima en la investigación religiosa, el 10 de marzo, tras meses de saber la existencia de la denuncia, Bulnes pidió al Arzobispado de Santiago conocer las imputaciones. La solicitud fue rechazada el 24 de marzo debido a la reserva que caracteriza a las indagaciones eclesiásticas.
También por vía eclesiástica canalizó su reclamación un tercer denunciante, el ex seminarista diocesano Juan Carlos Cruz, actualmente radicado en Estados Unidos, también ex miembro de la comunidad de la parroquia El Bosque y quien entregó un testimonio de cerca de 20 páginas al Arzobispado. Cruz acusaba a Karadima de abusar de él durante la confesión, cuando era un adolescente en los 80.
Hace sólo algunas semanas, un cuarto denunciante se presentó ante el canciller del Arzobispado Hans Kast. Se trata del abogado Fernando Batlle, ex seminarista de Schoensttat. Batlle entregó un testimonio que coincidía con el de Murillo, aunque con una diferencia: exigió que Karadima fuera suspendido de sus funciones y alejado inmediatamente del contacto con niños y adolescentes, y que esa medida le fuera notificada. Advirtió de manera explícita que si no recibía respuesta en una semana de parte de la Iglesia, recurriría a otros mecanismos para hacer justicia.
Además, en cuestión de días Batlle le escribió un correo electrónico al cardenal Errázuriz, de entre tres y cuatro páginas, donde se extendió en los detalles de su testimonio. En los días posteriores, recibió llamadas de Kast y el nuevo promotor de justicia Fermín Donoso, para que prestara declaración ante este último. Batlle, sin embargo, se negó a concurrir, pues consideró que ya había dicho lo que tenía que decir y estaba siendo sometido a una burocracia innecesaria. La respuesta que obtuvo de su misiva a Errázuriz, fue un correo electrónico de Kast. Este le señalaba que lo acompañaba en su dolor, pero que no entendía cómo después de 15 años de silencio, pedía soluciones con plazos y exigencias perentorias.
Esa respuesta motivó a Batlle para tomar contacto con el abogado penalista Juan Pablo Hermosilla, el mismo que también representa ahora a Murillo, Hamilton y Cruz. Los cuatro presentaron su denuncia el miércoles 21 de abril en la Jurisdicción penal. La Fiscalía Metropolitana Oriente, con el fiscal Javier Armendáriz a la cabeza abrió el proceso de indagación.
Declaración del cardenal arzobispo de Santiago, Fco. Javier Errázuriz
Ayer, en una declaración pública, el cardenal Francisco Javier Errázuriz ha hecho públicas las medidas tomadas tras concluir esas indagaciones previas en la vía eclesiástica del arzobispado de Santiago de Chile. El cardenal se refiere a la Vigilia y Eucaristía de clausura del Año sacerdotal en Roma, la pasada semana. En ella, dijo, “el Papa Benedicto XVI, de manera muy personal, habló de la belleza y la grandeza del ministerio sacerdotal”, pero también se refirió al “indecible dolor de las víctimas y de toda la Iglesia por los abusos que han sufrido, sobre todo menores de edad de distintos países, por parte de algunos clérigos, y pidió nuevamente perdón por estos gravísimos pecados”.
Mons. Errázuriz asegura que “personalmente me sentí concernido ya que en este año hemos vivido denuncias de gente joven que afectan a sacerdotes, particularmente en Santiago al P. Fernando Karadima, cuya veracidad hemos estado investigando. Pensaba en el dolor de quienes han presentado sus denuncias, en el desconcierto de quienes se han beneficiado con el ministerio de este sacerdote, así como en los fieles de la Arquidiócesis y la opinión pública en general, que desean un pronto esclarecimiento de estos hechos”. El cardenal asegura ser consciente de que el proceso ha tenido demoras y paralizaciones: “Soy consciente de que el procedimiento que abrimos hace tiempo, no ha tenido la celeridad que era de desear. En su momento dejamos abierta la investigación, que después retomamos al tener conocimiento de nuevas denuncias”.
Se refiere a continuación a los cambios en la legislación y procedimientos de la Iglesia respecto a los delitos sexuales de sacerdotes, y explica que en “en consecuencia, en mi reciente viaje a Roma, acudí a la Congregación de la Doctrina de la Fe para tomar conocimiento de las nuevas normas”, que confirman que “en caso de delitos sexuales contra menores, esta Congregación mantiene la competencia exclusiva” y que prorrogan de diez a veinte años, plazo que puede también derogarse, el tiempo de prescripción de estos delitos.
Mons. Errázuriz se refiere a continuación al caso del P. Fernando Karadima, explica que “hasta ahora se trataba de un proceso extrajudicial o administrativo”, pero que “esta situación puede cambiar de acuerdo a los antecedentes proporcionados por el Promotor de Justicia, cuyo informe he recibido en estos días”, y que en consecuencia “he resuelto enviar todos los antecedentes a la Congregación para la Doctrina de la Fe, así como solicitar la derogación de la prescripción para que se inicie el proceso judicial canónico respectivo”.
Así, prosigue, “la causa dejaría de ser administrativa y la resolvería un tribunal compuesto por tres jueces, cuya tarea sería dictar la sentencia conforme al Derecho Canónico, y cuyas facultades son superiores a las de un proceso administrativo”. El proceso penal “implica, además, que todas las denuncias, así como los descargos de la defensa, recibidas desde el inicio del proceso deberían ser vistas por dicho tribunal en los próximos meses, ya que el derecho determina para estos casos que deben unirse en un solo proceso”. Mons Errázuriz asegura que espera “que el proceso concluya en el segundo semestre de este año” y que mientras tanto ha pedido al padre Karadima “que se mantenga alejado de todo ministerio público, lo que ha hecho por propia iniciativa hasta el presente”.
El Cardenal concluye que teniendo en cuenta “las fuertes acusaciones, su dolorosa difusión televisiva, el escándalo que provocan, y el mismo proceso investigativo, han producido al interior de nuestra comunidad sentimientos de sufrimiento, desconcierto y desconfianza”, pero que la investigación del Promotor de Justicia “ha sido hecha con el rigor y la reserva que exigen la materia y el respeto a las personas involucradas. Por ello le estamos agradecidos. Su informe, presentado recientemente, lo he enviado a la Santa Sede y será incorporado al proceso penal judicial”. Termina exhortando:
“estos males nos exigen que busquemos la verdad y el bien, y nos piden rezar por todas las personas afectadas, especialmente por las que han sido víctimas, y pedir perdón por el doloroso daño causado. Los males ocasionados por nosotros o por otras personas nos ayudan a tener más conciencia de nuestra debilidad y pecado, y del poder de la gracia de Dios que nos purifica, nos perdona, nos sana y nos guía, y a agradecerle a Él todos los dones que hemos recibido de su bondad”
La defensa del padre Karadima
Por su parte, una fuente cercana al ex sacerdote aseguró que la defensa se encuentra contenta tras esta noticia, ya que queda fuera la posibilidad de una sentencia administrativa. “Dado que los antecedentes que se manejan en la defensa son distintos y en la confianza que tenemos en la inocencia del padre Karadima, el ir a un juicio canónico nos permite poder tener derechos y procesos de un juicio que esté normado, y una sentencia sin la atmósfera enrarecida”, dijo.
Por su parte, Juan Pablo Bulnes, el abogado de Karadima en el juicio eclesiástico, realizó una escueta declaración: “Acogemos con tranquilidad y confianza la decisión del señor cardenal de llevar este proceso a la Santa Sede, donde podremos probar con la calma y el tiempo necesario la inocencia del padre Fernando quien, como siempre, ha manifestado su plena adhesión a la autoridad eclesiástica y a sus disposiciones”.
El abogado informó además que fue el propio Cardenal, Francisco Javier Errázuriz, quien le comunicó la decisión al ex párroco en forma personal. “Efectivamente es un gesto muy amable por parte del cardenal haber visitado al padre Karadima para comunicarle la decisión de enviar los antecedentes al Vaticano”. Juan Pablo Bulnes señaló que en virtud de esta decisión, analizará la posibilidad de sumar un nuevo abogado experto en derecho canónico para que estudie la causa.
Declaración del P. Karadima
Por su parte, el presbítero Fernando Karadima ha realizado ayer la siguiente declaración pública:
1. El día de hoy la autoridad eclesiástica me ha informado del envío a la Santa Sede del proceso que me afecta. Manifiesto mi gratitud por esa decisión. Acojo con toda confianza los procesos judiciales llevados a cabo por la Iglesia y confío que, en la Sede Apostólica, el procedimiento podrá ser realizado con tranquilidad y paz.
2. Reitero mi determinación de perseverar en la misma actitud de prudencia que he tomado desde el día en que comenzó este tiempo de sufrimiento.
3. He servido muchos años como sacerdote a la Iglesia Católica en Santiago con gran alegría y con un generoso apoyo que ahora me han reiterado tantas personas. Sostengo mi inocencia respecto de los cargos que se han levantado en mi contra. No obstante, al constatar que algunas personas refieren dolor en su trato con la actividad apostólica que he desarrollado, rezo y sufro por todas y cada una de las personas con las que he trabajado pastoralmente sin ninguna excepción.
4. Finalmente, delante de Dios, considero que mis actos no han podido ser fundamento de las graves acusaciones a las que se me ha sometido públicamente, con un daño ya irreparable. Ofrezco al Señor en la Santa Misa junto a María Santísima estos sufrimientos por la Iglesia, a la que siempre he amado, servido y obedecido.
Padre Fernando Karadima Fariña
Santiago, viernes 18 de junio de 201