(Zenit/InfoCatólica) Mons. Fouad Twal explicó que “nosotros sólo queremos ser un pueblo como los demás, no queremos obtener privilegios. El conflicto dura desde hace décadas y la gente está cansada”. Además aseguró que “en la franja de Gaza los problemas son vastos; hay muchas personas marcadas por la guerra y está lleno de casas destruidas”.
El patriarca también mostró su disposición de “contribuir a la aproximación de los pueblos a través de los proyectos que llevamos a cabo con Caritas en los territorios ocupados”. En efecto, Caritas trabaja en los territorios palestinos ocupados desde la Guerra de los Seis Días de 196, trabajando en el ámbito de los servicios sociales, de la salud y de la educación, con la ayuda de una “solidaridad mundial con Jerusalén”.
Caritas y la ayuda en la salud, educación y servicios sociales
“Sí, la violencia continúa, pero nuestra caridad continúa también. Nuestras escuelas y nuestros hospitales permanecen abiertos; personalmente, yo creo mucho en la educación”, dijo Monseñor Twal. En este sentido, destacó que “en nuestras escuelas, los niños juegan juntos, comen juntos, rezan juntos; éste es el mejor diálogo que existe, la mejor manera de abrirse”.
En este sentido, el patriarca latino de Jerusalén señaló que “recibimos mucha ayuda y la necesitamos, pero lo que más necesitamos todavía no lo hemos conseguido: se trata de la paz”. “La ayuda que recibimos es como la aspirina –explicó–. Nos alivia, pero no es una solución duradera”.
Responsabilidad de los líderes políticos y religiosos para lograr la paz
Monseñor Twal considera que “hay una gran responsabilidad que los líderes religiosos y políticos deben asumir”. “Todos deben preguntarse lo que pueden hacer para dar a conocer la paz a esta nueva generación”, afirmó. El patriarca latino de Jerusalén señaló que “la nueva generación, los jóvenes palestinos e israelíes, ha nacido en un clima de violencia y ha crecido bajo la violencia de la ocupación”. “Sólo conocen la violencia –subrayó–. ¿Cómo van a considerar una situación de paz?”
Sobre el asalto a la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza el pasado 31 de mayo, el patriarca considera que la situación corre el riesgo de empeorar en Tierra Santa. “Nosotros condenamos toda forma de violencia y queremos que todos puedan vivir juntos, libres y felices, todos sin excepción, ya sean musulmanes, judíos o cristianos”, explicó. “Cualquier acto en contra del diálogo no sirve a la paz, sin importar quién lo cometa”, añadió.
Monseñor Twal también habló sobre los esfuerzos del Gobierno de los Estados Unidos para relanzar las negociaciones entre israelíes y palestinos, asegurando que “rezamos para que las negociaciones tengan éxito”. Sin embargo, reconoció que “la situación no se anuncia favorable a las negociaciones”.