(C-Fam/InfoCatólica) A pesar de la realización de una asamblea nocturna que concluyó a las 4 de la mañana de la última jornada de sesiones, los negociadores estaban lejos de llegar a un acuerdo. Las delegaciones se vieron envueltas en una serie de batallas en torno a expresiones controvertidas que abarcaban desde la financiación para el desarrollo hasta la salud sexual y reproductiva, e incluso la ocupación extranjera, que hace referencia a las tierras árabes y musulmanas disputadas en Israel. Un bloque de naciones se comprometió a rechazar cualquier intento de impulsar la agenda abortista, pese a la fuerte presión ejercida por la Unión Europea, los Estados Unidos y otros.
En la sesión plenaria del viernes, el Presidente presentó un texto propuesto que contaba con un apoyo generalizado. Sin embargo, Sudáfrica, Brasil y Cuba se negaron a aceptarlo si no se incluía una serie de términos adicionales referentes al desarrollo. A cambio de estos párrafos, Sudáfrica y sus dos aliados lograron convencer al Grupo de los 77 (bloque de naciones en desarrollo conocido como G-77) para que aceptara una serie de párrafos nuevos, propuestos por Portugal, que incluían numerosas referencias a la "salud sexual y reproductiva" y expresiones referidas a la educación sexual integral para jóvenes. A pesar de que varios países se opusieron a este nuevo paquete, el acuerdo de la hora undécima fue aprobado.
Inmediatamente después de la aprobación, varias delegaciones recalcaron que el texto no debe ser interpretado bajo ningún concepto de modo tal que afecte el derecho a la vida, e hicieron constar sus reservas acerca del uso de términos que incluyen los derechos reproductivos. Otros participantes reiteraron que las interpretaciones de los textos en lo referente a posturas asumidas en materia de educación sexual y derechos y servicios reproductivos deben ser entendidas dentro del contexto de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD).
Un representante de la Santa Sede dijo que su delegación estaba comprometida con el mejoramiento de la salud mundial. Reiterando las reservas formuladas durante la CIPD, remarcó que nada de lo contenido en la resolución creaba ningún nuevo derecho, ni siquiera el reconocimiento del derecho al aborto.
El Fondo de Población de la ONU, que encabezó los intentos por vincular la "salud sexual y reproductiva" a la mortalidad materna durante la CIPD, estaba eufórico con el resultado: "Las muchas horas de duras negociaciones valieron la pena: tenemos un documento acordado", dijo Werner Haug en representación de la Directora Ejecutiva del Fondo de Población, Thoraya Obaid.
Por otra parte, Jeanne Head, representante del Comité Nacional por el Derecho a la Vida en la ONU, expresó a Friday Fax su consternación ante los resultados:
"Si bien presentaba fallas, el texto original sobre el que se basaban las negociaciones y el texto presentado por el Presidente al término de las negociaciones, que fracasó el viernes a la mañana, brindaban un enfoque bastante equilibrado para alcanzar los ODM [Objetivos de Desarrollo del Milenio] relacionados con la salud. Pero, una vez más, la ideología triunfó sobre el sentido común. Los delegados, especialmente aquellos que promueven una agenda abortista, nuevamente demostraron que les importa más promover su agenda que salvar vidas, particularmente las vidas de las mujeres y de los niños".
(Informaron para C-Fam, Samantha Singson y Terrence McKeegan; tradujo Luciana María Palazzo de Castellano)