(PpE/InfoCatólica) En sus 56 páginas, la Guía mezcla textos bíblicos, citas del magisterio de la Iglesia Católica y temas de actualidad. A título de ejemplo, entre las actividades para realizar con los alumnos se proponen las siguientes:
- Presentación de personajes actuales o movimientos que destaquen en su lucha a favor de los Derechos Humanos, especialmente con los derechos de conciencia y elección, como "la Federación Estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales".
-Sobre la siguiente clasificación de "familias": adoptiva, extensa, heterosexual, homosexual, monoparental, nuclear, reconstituida, sin vínculos, los alumnos deberán debatir si están de acuerdo con la clasificación, si falta o sobre algún modelo familiar.
Entre los objetivos didácticos de la guía se encuentra el "conocer y valorar la diversidad afectivo-sexual", advirtiéndose que no se debe "presuponer la heterosexualidad de los estudiantes ni de sus familias" porque "alegar que autorizar el matrimonio entre personas del mismo sexo es un ataque a la familia es como decir que permitir el ejercicio de otras religiones es un ataque a la Iglesia Católica".
Por último, este material para clase de Religión católica incluye un glosario en el que, entre otros conceptos, se define el siguiente:
Práctica (o conducta) sexual: La masturbación, los besos, las caricias, la felación, la penetración anal y vaginal, etc., son prácticas sexuales. También lo son el travestismo o el sadomasoquismo. Hay prácticas que se asocian a una determinada orientación sexual pero es importante aclarar que no existe una correspondencia necesaria entre sexo biológico, prácticas sexuales y orientación sexual. Hay, por ejemplo, mujeres que disfrutan penetrando a su pareja (hombre o mujer) con ayuda de un dildo y hay, también, hombres heterosexuales que gozan con la penetración anal. Hombres y mujeres heterosexuales en algún momento de su vida han podido tener prácticas homosexuales, y hombres y mujeres homosexuales pueden mantener prácticas heterosexuales sin que eso les defina como heterosexuales.
Para Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, esta sorprendente iniciativa de la FELGTB refleja que "estamos ante un proyecto cultural de largo alcance destinado a poner patas arriba los valores e incluso las creencias de los ciudadanos sin reparar en medios".