(DiarioMédico/InfoCatólica) Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, explicó que, con la nueva norma, "el no nacido queda en una total desprotección", opinión que comparte Dolores Voltas, consejera de la Federación Española de Asociaciones Provida y miembro del patronato de la Fundación Provida de Cataluña. Voltas señaló que "la nueva ley, como la anterior, es injusta", destacando que "se da gran importancia a una forma determinada de entender la libertad, pero realmente ésta nunca puede basarse en escoger la muerte de otro ser humano".
Respecto a la situación de los profesionales ante la nueva ley, Aznar dijo que "la Constitución avala la objeción de conciencia sin ningún requisito, pero esta ley la restringe porque se debe certificar por escrito esa objeción, lo cual es una intromisión en la libertad personal y en la confidencialidad del profesional". Por su parte, Dolores Voltas apuntó que el profesional debe defender su opción a objetar, aunque ello pueda suponer arrinconamiento, exclusión o dificultades para promocionarse profesionalmente "por no plegarse a las demandas y pasar por el aro". En esta línea, Latorre señaló que "la nueva ley complica bastante la situación de los profesionales y deben ser valientes para no verse obligados a hacer algo que les violenta".
Incremento del número de abortos y de la libertad de los centros abortistas
En la mesa de debate, moderada por José Pérez Adán, profesor de Sociología de la Universidad de Valencia, los expertos también destacaron que la nueva ley incrementará el número de abortos, aunque "no será espectacular pues, al no cumplirse correctamente la ley anterior, el aborto ya era prácticamente libre", apuntó Aznar, quien destacó que "si uno se fija en los datos de los países europeos, España es donde más significativamente han aumentado los abortos desde 2005 hasta ahora".
En opinión de Aznar, "lo que va a haber es muchísima más libertad de los centros abortistas para practicarlos sin responsabilidades de ningún tipo", y apuntó "que no es de extrañar, porque prácticamente todos los que asesoraron al ministerio en esta materia trabajaban en centros de abortos".