(Fides/InfoCatólica) Ayer Qamar David, cristiano de Lahore, en la cárcel desde el 2006, recibió el veredicto de la Corte que lo condena a cadena perpetua por blasfemia. Desde hace tres años su familia y su abogado son objeto de amenazas e intimidaciones. “La condena se basa solamente en declaraciones y testimonios creados para el caso, fruto de odio y prejuicios”, afirma Parvez Choudry, abogado de Qamar David.
Fuentes locales señalan a Fides también un segundo caso: el de Imran Masih, 26 años, de Faisalabad, condenado a cadena perpetua por blasfemia el 11 de enero pasado. Su vecino de casa lo acusó de haber quemado una copia del Corán. El joven fue víctima de una trampa: limpiando su tienda, quería deshacerse en efecto de algunos libros en árabe (idioma que él no comprende) y por esto le pidió a su vecino que los examine, para estar seguro de que los libros no fuesen de temas religiosos o de oración islámica. El vecino aseguró que no lo eran, y entonces Imran Masih los quemó. Pero luego se encontró con una denuncia de blasfemia, hecha por el mismo vecino, con la acusación de haber ofendido y quemado una copia del Corán.
“Estamos luchando por la revocación de esta ley injusta, con muchos otros activistas de la sociedad pakistaní”, destaca en un coloquio con la Agencia Fides Francis Mehboob Sada, Director del Christian Study Center de Rawalpindi, un centro ecuménico de estudio y monitoreo de los derechos humanos.
“Desde hace demasiado tiempo se abusa de esta ley y los cristianos son víctimas de ella. Debe ser notado que hasta 1986 no había en Pakistán casos de acusaciones de blasfemia. Desde 1986 en adelante –cuando el general Zia-ul-Haq promulgó la ley– han estallado casos de blasfemia por todos lados”.
“La nación no tiene necesidad de esta ley. La Comisión Nacional para los Derechos Humanos y otros grupos de la sociedad civil, incluso musulmanes, lo dicen abiertamente. Cierto, algunos grupos islámicos fundamentalistas la apoyan y el gobierno sufre su influencia y presiones. Pero nosotros seguiremos en nuestra lucha, esperando una buena noticia”.