(La Tribuna/InfoCatólica) Durante la celebración de la eucaristía, el cardenal Rodríguez Maradiaga sugirió que “la reconciliación es necesaria porque se ha tratado de presentar la mentira como la verdad, el mal como si fuera bien y la justicia como injusticia”.
“Esta nueva etapa de Honduras que busca la reconciliación y la justicia social", explicó el prelado hondureño, "nos recuerda de las plegarias que rezan que en una humanidad dividida por las enemistades y las discordias, Dios dirige las voluntades para que se disponga a la reconciliación”.
“El Espíritu Santo es capaz de mover los corazones para que los enemigos vuelvan la vista, los adversarios se den la mano y los pueblos busquen la unión”, recordó el cardenal, quien aseguró que “hoy también en nuestra sociedad se continúa empujando fuera a Jesús, como hicieron en aquel tiempo en Nazaret, en el mundo hay una determinada cultura llamada moderna que reduce al ser humano a ser fruto de la casualidad”.
Monseñor Oscar Andrés añadió que “no se puede engañar a Dios ni a la propia conciencia, Jesús dijo: no hay nada oculto que no llegue a saberse, ni nada escondido que no llegue a descubrirse”.
Honduras libre e independiente
El cardenal Rodríguez Maradiaga aseguró que “hoy es un día especial para darle gracias a Dios por medio de la Virgen María, por nuestra Honduras, por nuestra libertad, la soberanía e independencia que don Roberto Micheletti supo defender con las Fuerzas Armadas y junto a miles de hondureños y hondureñas que deseamos ser parte de las soluciones y no de los problemas”.
“No debemos esperar hasta el 2021, para celebrar 200 años de independencia, la historia dirá la verdad, porque en los meses pasados hemos tenido auténticos próceres luchando por nuestra independencia”, sostuvo el cardenal.
“La Virgen María dijo: hagan lo que él les diga, hoy Jesús nos dice a todos que nos toca buscar la reconciliación, el perdón en la verdad y en la justicia, porque la persona de Jesús y su mensaje continuarán influyendo en toda la historia y también en la historia de Honduras”.
El primado hondureño dijo a las nuevas autoridades: “alégrense queridas hermanas y hermanos que les toca dirigir este país, Dios los ha elegido, porque Dios bendice a Honduras, alegrarnos porque queremos que reine entre nosotros la comunión, la comunicación, la fraternidad, la reconciliación, la fraternidad y la paz”.
El cardenal Rodríguez Maradiaga agregó que “nos alegramos en el Señor cuando un hondureño respeta a otro aunque piense diferente, nos alegramos cuando no nos tratamos como enemigos, si no como hermanos, cuando nos miramos a los ojos y nos reconocemos hijos de Dios, del mismo padre, de Honduras e hijos de la Virgencita de Suyapa”.
“Nos alegramos en el Señor cuando cuidamos a Honduras y no dejamos que ni de adentro ni de afuera manoseen nuestra libertad, nuestra Constitución y nuestra independencia”, sentenció el prelado, quien aseguró que los fieles hondureños están “llenos de esperanza porque sabemos que el humanismo cristiano va a guiar esta nueva etapa de nuestra Honduras, y deseamos que todos podamos colaborar en este proyecto para el bien de la nación”.
“Los problemas del mundo no se van a salvar con el dinero. La semana pasada un destacado economista dijo que el mundo se puede encontrar ante una recuperación estadística, pero ante una recesión humana -y no queremos que Honduras viva una recesión humana, al contrario-, debemos crecer con el humanismo cristiano para crear una nueva Honduras digna, soberana, independiente, noble, justa y llena de amor”, exhortó el purpurado.
Finalmente, el cardenal Rodríguez oró para que el país salga adelante porque actualmente viene saliendo de las tinieblas, al tiempo que pidió la iluminación para las nuevas autoridades y finalizó con un llamado para que se “preocupen por los más pobres, por los más necesitados, por los marginados y excluidos, por nuestros ancianos, nuestros niños y jóvenes que son la mejor riqueza que tenemos”.
