La confesión resurge entre los católicos franceses

«Está en el ambiente. El retorno de las prácticas tradicionales, las vigilias de oración, las peregrinaciones…. y una cierta conciencia del pecado»

La confesión resurge entre los católicos franceses

Un amplio estudio revela que la mitad de los católicos que asisten semanalmente a misa frecuentan el sacramento de la reconciliación, mientras se confirma una distancia creciente en muchos aspectos entre practicantes regulares y ocasionales.

(InfoCatólica) No debería sorprender, casi el titular sería: «los católicos practicantes, practican; pecadores, pero practican». Aunque no hay estudios directos en otros países, por medidas indirectas como pueden ser los perfiles de los candidatos al sacerdocio o la vida consagrada vienen a confirmar lo mismo. Es una buena noticia el aumento de la vida sacramental e ir abandonando el escándalo que produce a veces que la «cola de la comunión» sea infinitamente más grande que la de los confesionarios.

Datos reveladores sobre la práctica de la confesión

Una encuesta realizada por el instituto Ifop para Bayard-La Croix ha revelado que el 50% de los católicos franceses que asisten semanalmente a misa frecuentan el sacramento de la confesión. Entre aquellos que van a misa al menos una vez al mes, el 36% acude regularmente a confesarse.

Los resultados, publicados el 8 de diciembre por el diario católico La Croix, muestran que entre los católicos que asisten a misa menos de una vez al mes pero mantienen un compromiso con la fe, el 7% frecuenta la confesión, cifra que se eleva al 12% entre quienes acuden principalmente en ocasiones especiales.

Aunque el estudio no establece comparaciones con años anteriores, evidencias anecdóticas sugieren que la confesión está «experimentando un regreso» entre los católicos franceses. El canónigo Jean-Marc Pimpaneau, párroco de la iglesia de Saint-Louis d'Antin en París, confirmó esta tendencia: «Está en el ambiente. El retorno de las prácticas tradicionales, las vigilias de oración, las peregrinaciones... y una cierta conciencia del pecado».

Iniciativas diocesanas para fortalecer el sacramento

Los obispos de Francia convocaron en noviembre de 2024 una reunión plenaria para establecer en las diócesis del país un organismo conocido como pénitencerie diocésaine (penitenciaría diocesana), destinado a proporcionar formación y apoyo a los sacerdotes que escuchan confesiones. Pimpaneau participó en el establecimiento de una penitenciaría diocesana en el Arzobispado de París.

En Saint-Louis d'Antin, ubicada cerca de los grandes almacenes más populares de la capital, los sacerdotes escuchan confesiones diariamente de 8 de la mañana a 8 de la noche. En la entrada de la iglesia, dos pancartas proclaman: «Los sacerdotes os acogen para la confesión siete días a la semana».

Un catolicismo en transformación profunda

El estudio, basado en entrevistas con 2.159 personas entre el 14 y 29 de abril, revela que aproximadamente tres millones de adultos franceses (5,5% de la población total) asisten a misa al menos una vez al mes. Otros 3,5 millones (6,5% de la población) acuden en ocasiones especiales.

Los investigadores observaron que el catolicismo se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más urbano en Francia, con casi uno de cada tres practicantes regulares viviendo en la región parisina. Las diócesis rurales enfrentan los desafíos gemelos de la secularización y la despoblación.

Diferencias marcadas entre practicantes regulares y ocasionales

El estudio documenta una clara división entre dos grupos de católicos. Los practicantes regulares muestran una vida de fe más estructurada: ocho de cada diez rezan muy o bastante a menudo en casa, el 44% recita el rosario, poco más de un tercio se confiesa regularmente y participa en tiempos de adoración.

Para casi cuatro practicantes regulares de cada diez, ser católico implica ante todo vivir «una relación de intimidad con Jesús» o «buscar la santidad y luchar contra el pecado». Entre los católicos ocasionales comprometidos, la vivencia es menos tradicionalmente piadosa y manifiestan sobre todo su deseo de vivir valores como el «compartir» y «la paz».

Divergencias en cuestiones morales y sociales

En temas como el matrimonio homosexual, el aborto o la eutanasia, la brecha entre ambos grupos es considerable. Mientras el 35% de los practicantes regulares se oponen a la eutanasia, esta cifra cae al 9% entre los ocasionales comprometidos. Respecto al aborto, la oposición alcanza el 34% entre los regulares, llegando al 46% entre quienes van a misa cada semana, frente a una aceptación muy amplia entre los ocasionales comprometidos.

Los católicos ocasionales albergan mayores deseos de reforma. Casi uno de cada tres cita como desafío prioritario para la Iglesia la capacidad de «reformarse en profundidad para recuperar la confianza de los fieles». En contraste, los practicantes regulares priorizan la intensificación de la vida cristiana: oración, sacramentos, transmisión y combate espiritual.

Perfil sociológico de los católicos comprometidos

Los practicantes regulares presentan características específicas: su edad media es ligeramente inferior a 50 años y poco más de la mitad son hombres. Cerca de dos tercios provienen de familias que iban regularmente a misa, aunque un 13% procede de familias no practicantes, lo que indica que la práctica aún atrae nuevos fieles.

Políticamente, no existe un bloque uniforme: cuatro de cada diez se dicen cercanos a la derecha o extrema derecha, tres de cada diez a la izquierda o extrema izquierda, y el 15% a la mayoría presidencial.

Una minoría dinámica pero concentrada

El sociólogo Yann Raison du Cleuziou explicó a La Croix que «el catolicismo francés está experimentando una transformación mayor. Mientras continúa declinando en la sociedad, se está reconstruyendo alrededor de un núcleo de católicos extremadamente comprometidos».

«Esta homogeneidad crea un ambiente de apoyo que explica la resistencia de este 'núcleo duro': estos católicos fervientes se refuerzan mutuamente», añadió. El experto señaló que el reciente éxito en los cines franceses de Sacré Cœur, una película que explora la devoción al Sagrado Corazón, ilustra este «efecto dominó» entre los católicos comprometidos.

Raison du Cleuziou advirtió que esta aparente «revitalización» es principalmente «un efecto de aumento»: «Los católicos fervientes, que antes estaban dispersos al 10% en cada parroquia, ahora están concentrados al 90% en iglesias del centro urbano. Esto crea una atmósfera mucho más homogénea, con mayor intensidad de convicción y un nivel muy alto de entusiasmo».

13 comentarios

hidaspes
Esperanzadora noticia, toda atención y prioridad que se le confiera al sacramento de la Confesión es poca.
12/12/25 12:11 PM
Pursang MK7
No debería sorprender. El sacramento de la Reconciliación no es sólo fuente del Perdón que salta hasta la vida eterna. Es fuente de gracias, de Paz, de amor y gratitud. ¿Qué más se puede pedir? Puerta insigne de salvación, hasta para el más endurecido pecador que sienta un rayo de arrepentimiento brillando en su pétrea alma.
12/12/25 1:28 PM
Pablo
No deja de llamarme la atención la noticia porque ¿Se puede ser católico y no confesarse?. Yo creo que no.
Es de esas paradojas que de vez en cuando se dan en la Iglesia.
12/12/25 1:57 PM
Giacomo Arlecchi
ES MEJOR QUE IR AL PSICÓLOGO Y ES GRATIS. ESTAMOS DE PARABIENES.
12/12/25 3:27 PM
pipo
¡Magnifico!, ya vamos en el 50%, los fieles se quieren confesar, ahora vamos a por el otro 50%, que haya sacerdotes que deseen atenderlos en confesión.
No en Francia, obvio, pero a raíz de los amores de leticia una vez me encontré en un cierto sitio con una gran afluencia de fieles, sorprendentemente el sacerdote que me tocó para intentar confesarme atendía a muchas personas y se demoraba poco con cada una de ellas. Cuando me tocó a mí, infortunadamente averigüe por qué, porque no dejaba que las personas confesaran los pecados, pasaba casi de inmediato a darles la absolución sin más ni más. Como yo sabía qué eso que estaba ocurriendo era una anomalía, le hice la observación, y allí fue cuando me dijo que él hacía lo que "el Papa" quería, o sea, según él, que el confesionario no se convirtiera en una cámara de tortura y que a nadie le negaba la absolución. Cabe decir que después tuve que ir a buscar un sacerdote que de verdad celebrara el sacramento según lo prescrito.
Infortunadamente, no solamente hoy día hay escasez de sacerdotes, sino que de los pocos que existen hay en espectro que no le gusta confesar, entonces mejor no lo hacen o hacen como acabo de describir.
12/12/25 3:56 PM
Generalife.
Una buena noticia .Gracias a Dios
12/12/25 6:09 PM
Maximiliano
La confesión " es una verdadera obra maestra de la sabiduría divina ", donde el sacerdote administra la SANGRE de CRISTO para el perdón de los pecados. En este sacramento " se combinan magistralmente la justicia y la misericordia de Dios ". Y es que, aunque es un sacerdote quien administra la gracia, el Señor mismo es quien " nos perdona, cura y santifica ". Por medio de la Confesión se perdonan todos los pecados aún cuando sean tan numerosos como las arenas de una playa. Dios no ama con locura y quiere nuestra salvación.

La confesión puede ser considerada como el mejor exorcismo. El diablo trabaja incansablemente para atrapar almas en la culpa, la vergüenza y la desesperación, pero la confesión destruye su poder al instante. " La confesión rompe el control del diablo ". El pecado mortal, en particular, nos separa de la gracia de Dios. Junto al rezo diario del Santo Rosario son pilares para la Salvación eterna.
12/12/25 6:28 PM
Francisco Javier
Si la jerarquía quiere acabar con el declive de la fe el camino es volver a la trama, no queda de otra, mas modernismo y relativismo es la muerte de la fe
12/12/25 7:06 PM
Maximiliano
¿ Y porque no " sacerdotes sacramentales " ? que celebren la Santa Misa, la confesión, bautismo, recen el Rosario, etc.., sin tantos años de formación ( para que tanto doctorado antes de la ordenación, pues " no es una carrera " que algunos los califican así, que luego abandonan ) , pues evidentemente una vez ordenados seguirían leyendo o estudiando. Así en dos años - máximo - serían ordenados, y acaso aumentaban el número de sacerdotes, porque la vocación es algo inesperado y luego madurado, en resumen " es una llamada de DIOS y no una profesión ".

O acaso no recordamos la llamada en tiempos de Jesús: (...) del santo evangelio según san Mateo (4,18-22): En aquel tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.» Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Palabra del Señor.
12/12/25 8:22 PM
Jaume
Totalment de acuerdo con Maximiliano. Vamos rápido a la profecía que algunso sabios han hecho: El siglo XXI será cristiano o no será.
12/12/25 10:31 PM
Mario
Los "católicos comprometidos" están asistiendo más a las iglesias de París, por la cantidad de inmigrantes de antiguas colonias francesas, la mayoría católicos.
Es admirable los domingos, como en trenes y otros medios, viajan engalanadas las mujeres con sus coloridas vestimentas, y sus varios hijitos, para asistir a misa.
13/12/25 12:10 AM
Marcelo Fernando Gerstner.
En la parroquia donde se casaron mis padres, un sacerdote acaba de negarme el Sacramento de la Confesión, con una sarcástica sonrisita de por medio. La excusa: tenía que salir a hacer otras cosas seguramente mucho más importantes.
13/12/25 1:15 AM
Marcelo Fernando Gerstner.
Lo más interesante del caso es que antes de negarme el Sacramento de la Confesión, estuvo entre 5 y 10 minutos hablando con una señorita vestida en pijama o algo por el estilo.
13/12/25 1:32 AM

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