(HSDLA/InfoCatólica) "No podemos esperar que todos los países sigan nuestras constitución", dijo el juez Burman. "El mundo podría ser un lugar mejor si así ocurriera, pero en todo caso, los que están siendo violados son derechos humanos elementales que ningún país tiene el derecho a violar".
Burman anadió que los "homeschoolers son un grupo social que el gobierno alemán está tratando de suprimir. Esta familia tiene un fundado temor de ser perseguida y, por tanto, son elegibles para recibir asilo, que esta corte les concede".
En sus motivaciones, Burman dijo que lo más preocupante del caso es la motivación del gobierno alemán. El juez sostiene que a pesar de que dicho gobierno parece mostrar preocupación por el bienestar de los niños, en realidad está intentando eliminar una forma concreta de entender la sociedad, algo que califica como absurdo e inaceptable. En su sentencia el juez explica que aunque Alemania es un país democrático y aliado, su política de persecución a los "homeschoolers" es "particularmente repelente a todo lo que nosotros creemos como americanos".
Situación vergonzante para Alemania
"Esta decisión reconoce finalmente a los `homeschoolers´ alemanes como un grupo social que está siendo perseguido por una democracia occidental", aseguró Mike Donnelly, abogado y director para las relaciones intenacionales del Home School Legal Defender Association. "Es una verguenza para Alemania, ya que una nación occidental debería defender los derechos humanos más elementales, que incluyen el derecho de los padres a criar y educcar a sus propios hijos. Este juez entendió el caso perfectamente y ha parado los pies a Alemania. Esperamos que esta decisión lleve al país alemán a cesar en su persecución a los `homeschoolers´"
Dicha persecución se ha intensificado en Alemania en los últimos años. Los padres que optan por ese modelo educativos reciben multas de miles de euros, son amenazados con la carcel e incluso se les retira la custodia de sus hijos simplemente porque han decidido educarles en su hogar.
Felicidad de la familia Romeike
Uwe Romeike asegura que él y su esposa están “muy agradecidos al juez por su sentencia. Sabemos que mucha gente, especialmente otros homeschoolers alemanes, han estado rezando por nosotros. Sus oraciones y las nuestras han recibido respuesta. Apreciamos en gran medida la libertad que hay en este país para educar a nuestros hijos en casa, así que empezaremos una nueva vida aquí".