(InfoCatólica) El obispo de Passau ha criticado duramente el documento publicado por la comisión escolar de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) sobre la visibilidad y el reconocimiento de las diversas identidades sexuales en las escuelas. En una extensa declaración publicada en su blog, Oster afirma que se desvincula «en los términos más enérgicos posibles» del texto titulado «Creados, redimidos y amados», argumentando que representa una antropología diferente a la que enseña la tradición católica.
«El texto no me representa»
«Aunque la portada del folleto lleve la inscripción 'Los obispos alemanes', el texto no me representa», escribió Oster en su blog, en una entrada titulada «¿Seguimos creyendo en lo que creemos?». El prelado considera que ciertas afirmaciones clave del documento son teológica y antropológicamente ambiguas, y critica que se abandonen «nuestras propias convicciones fundamentales sobre la imagen de la humanidad».
El documento, publicado a finales de octubre por la comisión de educación escolar de la DBK, pretende ofrecer a las escuelas orientación sobre cómo abordar la orientación sexual y la identidad de género. Aboga por un enfoque que los obispos llaman «abierto y respetuoso» hacia la diversidad sexual e insta a los profesores de religión a enseñar la moral sexual de la Iglesia con matices y que en la práctica es una antropología anticristiana.
Críticas a la concepción antropológica
Para Oster, el documento forma parte de una lucha fundamental en torno a la antropología: «La concepción de la humanidad y de la Iglesia como sacramentos está en debate en esta discusión». El texto, argumenta, «en su forma actual se encamina hacia una comprensión desacralizada de la humanidad» que ya no entiende a las personas en términos de su relación con Cristo, sino solo en términos de su autodefinición.
El obispo subraya que la fe cristiana entiende a la humanidad como una «nueva creación» en Cristo. Según esta perspectiva, el bautismo y la Eucaristía establecen una «nueva identidad» que debería conducir a las personas a la integración interior, la libertad y una creciente capacidad de amar. «El pecado desintegra a la humanidad; Cristo la integra en una nueva identidad», escribe.
Según el prelado, el documento maneja un concepto de identidad que la reduce en gran medida a categorías jurídicas y de ciencias sociales, adoptando los términos «identidad de género» y «orientación sexual» sin reflexionar sobre ellos desde una perspectiva teológica. «Ni una palabra sobre la comprensión mucho más amplia de la identidad desde una perspectiva cristiana», critica.
Ausencia de cautela en temas transgénero
Oster critica especialmente el tratamiento que el documento da a la identidad transgénero, señalando la total ausencia de cualquier mención a la necesidad de extremar la precaución al tratar con jóvenes. «Paradójicamente, se supone que la frase 'Dios lo quiso y lo amó tal como es' también se aplica a las personas transgénero que desean alinear sus características sexuales físicas con su nuevo género», argumenta.
El obispo considera que el texto ignora riesgos y conflictos, como posibles consecuencias físicas o psicológicas negativas, y no aborda los debates internacionales en los que se está reevaluando y criticando duramente el tratamiento de las cirugías de afirmación de género en adolescentes. «Si este 'documento del obispo' pretendía estar al día con el discurso sociopolítico actual, entonces el texto ya está claramente desactualizado, especialmente en este punto», afirma.
Un «superdogma cargado de emotividad»
El texto, según Oster, parece afirmar que toda diversidad en cuanto a orientación e identidad sexual es de origen divino y sugiere constantemente: «No demasiada moral sexual, y ciertamente no ninguna pretensión de verdad». En cambio, revela «un exceso de un superdogma cargado de emotividad: 'Dios ama a todos tal como son'. Por lo tanto, nadie puede ser cuestionado críticamente sobre su diversidad; eso sería discriminación».
El obispo reconoce que la Iglesia a menudo ha fallado en el pasado al abordar las cuestiones de sexualidad e identidad, y que los jóvenes necesitan una orientación sensible. Subraya que toda persona merece respeto, atención e interés genuino por sus circunstancias vitales. «Pero la necesidad de recuperar el tiempo perdido no puede consistir en abandonar la comprensión cristiana de la humanidad», advierte.
En cambio, la Iglesia debe ofrecer de forma constructiva su propia comprensión de la identidad y la vocación: «Dios te ama tal como eres, pero no quiere que te quedes como eres», resume Oster la perspectiva teológica.
También Franz-Josef Bormann Mons.
Oster, no es el único, Franz-Josef Bormann, teólogo moral de Tubinga argumentó que el documento
- carecía de rigor científico,
- se basaba en una retórica complaciente y orientada a la aceptación, e
- ignoraba los problemas médicos y psicológicos que enfrentan muchos jóvenes queer o transgénero.
Le preocupaba especialmente que el texto no adoptara una postura clara basada en la doctrina moral católica. En concreto, argumentó que se relativizaba el principio del género binario.







