(Infocatólica) El 30 de octubre de 2025, la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) hizo pública, a través del Secretariado de la Comisión de Escuela y Educación, la publicación número 58, titulada «Creados, redimidos y amados. Visibilidad y reconocimiento de la diversidad de identidades sexuales en la escuela». El documento, fechado el 1 de octubre de 2025, ha desatado una ola de indignación entre voces críticas que lo tachan de un «documento de la vergüenza» que debe ser «ofensivamente rechazado».
Aprobado por una comisión tras ser rechazafo por la Permanente
La publicación ha provocado escándalo no solo por su contenido, sino por su proceso de difusión. Los críticos señalan que un borrador previo del documento fue rechazado por el Consejo Permanente de la DBK, el órgano que agrupa a los obispos diocesanos.
A pesar de esta negativa, el texto fue finalmente publicado bajo el sello de la Comisión de Escuela y Educación, lo que se considera un método «absurdo» para que un documento descartado por el cuerpo principal de la DBK consiga el estatus de papel oficial de la Iglesia. Esta práctica permite a comisiones episcopales eludir la decisión del Consejo Permanente.
El texto además remite a documentos no vinculantes del controvertido «Camino Sinodal» alemán.
Adopción de terminología y conceptos de género
El documento comienza afirmando que «La diversidad de identidades sexuales es un hecho que ha cobrado mayor conciencia en los últimos años». El texto define a las «personas queer» de manera inclusiva (aquellas cuya identidad de género u orientación sexual se sale del espectro cisgénero y/o heterosexual). También se admite el uso del término «personas cis», que en la ideología de género se refiere a quienes se identifican con el sexo «asignado» al nacer.
El documento promueve una acompañamiento y apoyo sin fisuras de todas las formas de expresión e identidad sexual en los colegios católicos. Es preocupante la recomendación de remitir a los jóvenes a servicios de asesoramiento queer externos. Esto supone un arma de doble filo que podría exponer a los estudiantes a la agenda LGTB y a peligros como las terapias hormonales o las mutilaciones quirúrgicas.
Un obispo alemán es citado en una entrevista previa, sugiriendo que la orientación sexual de una persona es un «hecho» establecido a cierta edad, y cuestionando cómo puede la Iglesia referirse a esto como «pecado grave».







