(InfoCatólica) Durante tiempo se ha alabado la postura del Rey Balduino de Bélgica con su «abdicación temporal» para la no aprobación, o reprochado al Rey de España, Juan Carlos I, el haberla aprobado. Pero ¿qué hará ahora el Jefe de Estado de Andorra ante el impulso legislativo para aprobar el aborto en el principado? El obispo de Urgel es el «Coprincipe», el otro al mismo nivel es el Presidente de Francia.
El jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot, y el ministro de Relaciones Institucionales, Ladislau Baró, se reunieron con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin este miércoles, 22 de octubre, con el objetivo de impulsar el trabajo sobre esta cuestión, acompañados por el embajador ante la Santa Sede, Carlos Álvarez.
La reunión, según informó el Gobierno andorrano, se produjo «en el marco del diálogo institucional que mantienen las dos partes para abordar el proceso de despenalización del aborto en Andorra».
Según el Ejecutivo del pequeño país pirenaico, «ambas delegaciones han reafirmado el compromiso compartido para seguir trabajando de forma constructiva con el objetivo de disponer en los próximos meses de una propuesta de texto legislativo».
Al mismo tiempo, se reconoce que «se trata de un asunto de una gran complejidad jurídica, institucional y social, que requiere un desarrollo técnico esmerado», por lo que ambas partes «mantienen la voluntad de encontrar una solución que permita hacer compatible el mantenimiento de la estructura institucional del país y el significativo avance en el reconocimiento de los derechos de las mujeres».
El título II del Código Penal de Andorra está dedicado a los «delitos contra la vida humana prenatal», en el que se distingue el aborto «no consentido», «consentido» o «imprudente».
Respecto del aborto no consentido (artículo 107), se establece «una pena de prisión de cuatro a diez años e inhabilitación por ejercer cualquier profesión sanitaria de hasta diez años».
Las mismas penas se establecen si se ha obtenido un consentimiento viciado «mediante violencia, intimidación o abuso de la vulnerabilidad» por edad, discapacidad o circunstancia similar. Además, se establece que la mera tentativa es punible.
El artículo 108, referido al aborto consentido, prevé para quien perpetre el delito «pena de prisión de tres meses a tres años e inhabilitación para ejercer cualquier profesión sanitaria por un período de hasta cinco años».
Además, se especifica que «la mujer que provoque su aborto o consienta que otra persona se lo provoque será castigada con pena de arresto».
Respecto del aborto imprudente, el artículo 109 establece «pena de arresto o multa hasta 30.000 euros» e inhabilitación por unperiodo de tres años si el aborto es consecuencia de una «imprudencia profesional».
En este apartado se especifica además que «la embarazada no será castigada por este delito.
La visita del Cardenal Parolin a Andorra
Andorra, junto al Vaticano y Malta, sigue siendo uno de los tres países europeos donde el aborto está prohibido en todos los supuestos. En mayo de este año, el jefe de Gobierno de Andorra también explicó en una entrevista que el actual sistema político del país, en el que se alternan como copríncipes el presidente de Francia y el obispo de Urgell, que actualmente es Josep-Lluís Serrano Pentinat, condiciona la posibilidad de aplicar una «legislación laica» sobre el aborto.
También reconoció que el hecho de legalizar esta práctica «haría entrar en contradicción» al obispo, teniendo en cuenta que para la Iglesia «la defensa del derecho a la vida» es un «dogma de fe». De ahí, precisaba, que se estuviera trabajando «discretamente» en ese cambio normativo con la Santa Sede.
En septiembre de 2023, el cardenal Parolin visitó el Principado con motivo del Día de la Mare de Déu de Meritxell. Entonces se le preguntó por la reforma del aborto, y admitió que era una cuestión «delicada» y también «compleja» que había que tratar «con mucha discreción y sabiduría».
Dejó claro que la Iglesia defiende «la vida en todas sus etapas, desde el inicio de la concepción» y aseguró que pretende «estar cerca y ayudar a todas las personas que se encuentran en dificultad», como, por ejemplo, «en tener el hijo». Para el gobierno andorrano, aquella visita supuso, en cierta manera, un aval para abordar la cuestión.
Hace años no habría dudas sobre la política de la Santa Sede al respecto, pero el caso de China, o de la cesión del Valle de los Caídos no son una garantía mediando el Cardenal Parolín. Sofismas como la 'túnica inconsútil' para autodefinirse como provida, tampoco.







