(InfoCatólica) Sus declaraciones tuvieron lugar al margen de la ceremonia en la que recibió la ciudadanía honoraria de Belmonte del Sannio, un pequeño municipio de la región de Molise, Italia, el pasado 13 de septiembre.
Müller calificó el evento, que reunió a unos 1.300 participantes de 40 países, como un acto de «propaganda ideológica» más que como una manifestación de fe o conversión. Según el cardenal, los peregrinos buscaban «hacerse propaganda a sí mismos» al cruzar la Puerta Santa, en lugar de vivir el propósito tradicional de cambio de vida asociado al Jubileo.
El cardenal reafirmó la enseñanza de la Iglesia católica, declarando que «los actos homosexuales son un pecado mortal» y que «no se puede bendecir el pecado». Citó el Libro del Génesis para subrayar que Dios bendijo el matrimonio entre un hombre y una mujer, y advirtió sobre el riesgo de interpretaciones equívocas que sugieran una aceptación de conductas contrarias a la doctrina católica.
El purpurado concedió además la siguente breve entrevista a un periodista de Telemolise:
¿Qué siente al recibir la ciudadanía honoraria de un pequeño pueblo en una zona de montaña?
También Nazaret y Belén eran pueblos pequeños, y no depende de la cantidad, sino de la cordialidad de los habitantes de esta zona. Todos somos católicos, creyentes, y por eso en todas partes estamos en casa: en la casa de Dios y en casa con todos los demás discípulos de Jesucristo.
Estas zonas sufren especialmente el problema de la despoblación: los jóvenes se marchan, nacen cada vez menos niños; de hecho, en algunos de nuestros pueblos ya no nace ninguno. Esto también tiene repercusiones en la Iglesia: las iglesias están cada vez más vacías, en algunos municipios ya no hay tantas misas durante el día y los sacerdotes se comparten. ¿Cómo se puede combatir todo esto?
Es el gran desafío para toda Europa. El hombre ha sido creado para engendrar hijos, y la mujer también para darles a luz en el matrimonio. Por eso necesitamos un cambio de mentalidad. Debemos ser provida, estar a favor de los niños.
Una última pregunta. ¿Cómo fueron los primeros meses del Papa León XIV y, en su opinión, cómo cambiará la Iglesia en los próximos años?
Sí, el Papa León ha dado este acento cristocéntrico. Hablamos en el consistorio antes del cónclave, en un debate abierto, incluso público, entre todos los cardenales, sobre cuáles son las cuestiones más importantes para la Iglesia. Claro que debemos hablar de los inmigrantes, del clima, etcétera, pero para la Iglesia son temas secundarios. El tema primario, fundamental, es dar testimonio de Cristo, único salvador de todos los hombres y del mundo. También aquí la iglesia parroquial está dedicada a Cristo Salvador del mundo. Y el Papa, desde el principio, ha hablado de Jesucristo, único salvador del mundo.







