Las Hermanitas de los Pobres afrontan un nuevo ataque legal a la libertad religiosa

Nuevo fallo contra las exenciones al mandato anticonceptivo

Las Hermanitas de los Pobres afrontan un nuevo ataque legal a la libertad religiosa

Tras más de una década de batallas judiciales, las religiosas dedicadas al cuidado de ancianos vulnerables afrontan un nuevo desafío legal. La reciente sentencia en Pensilvania reactiva un conflicto que ya ha pasado varias veces por el Tribunal Supremo. Las Hermanitas insisten en que no deben ser obligadas a actuar contra su conciencia.

(NCRegister/InfoCatólica) Esta semana, la sentencia contra la administración Trump y las Hermanitas de los Pobres supone un nuevo capítulo en la campaña para imponer el «mandato anticonceptivo» de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) frente a objeciones religiosas y morales sinceras.

El 13 de agosto, la jueza Wendy Beetlestone, del Distrito Este de Pensilvania, invalidó las normas que eximían a objetores religiosos y morales del «mandato anticonceptivo» de la ACA, calificándolas de «arbitrarias y caprichosas» bajo la Ley de Procedimiento Administrativo (APA). El caso «Pennsylvania v. Trump» reclama ahora una rápida reversión en apelación.

La magistrada no cuestionó la legitimidad de las exenciones, que el Tribunal Supremo ya había reconocido en 2020 en el caso «Little Sisters of the Poor v. Pennsylvania». Entonces, el alto tribunal avaló esas normas como un ejercicio legítimo de la autoridad del Departamento de Salud y Servicios Humanos bajo la ACA. Sin embargo, Beetlestone sostuvo que las exenciones no eran fruto de una «toma de decisiones razonada», acogiendo el criterio sugerido en la opinión concurrente de la jueza Elena Kagan.

Por el contrario, el juez Samuel Alito, en su opinión concurrente en aquel proceso, señaló que la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa (RFRA) «obliga a una exención para las Hermanitas y cualquier otro empleador con una objeción similar a lo que se ha llamado la acomodación al mandato anticonceptivo».

Alito advirtió que evitar este punto «prolongaría la batalla legal en la que las Hermanitas llevan ya siete años —aun cuando durante todo este tiempo ningún empleado ha presentado objeción alguna contra la conducta de las Hermanitas». Su planteamiento resaltaba tres principios esenciales de la RFRA:

Carga sustancial: el mandato impone una carga al exigir prácticas que las Hermanitas consideran cómplices de actos gravemente inmorales.

Interés apremiante: el Congreso nunca consideró la anticoncepción como un interés apremiante al aprobar la ACA. De hecho, rechazó imponer esa cobertura.

Medios menos restrictivos: el gobierno podría proporcionar directamente cobertura anticonceptiva sin imponer cargas a instituciones de fe, respetando así la conciencia y el acceso.

El poder ejecutivo no es un árbitro neutral en cuestiones de libertad religiosa: tiene la obligación, bajo la RFRA y la Cláusula de Libre Ejercicio de la Primera Enmienda, de garantizar que las leyes federales no se apliquen de modo que obliguen a los creyentes a violar su fe.

Las normas cuestionadas en Pennsylvania v. Trump no fueron un privilegio concedido a los religiosos, sino una corrección necesaria: un reconocimiento de que el gobierno federal no puede exigir a entidades de inspiración religiosa como las Hermanitas que proporcionen, financien o faciliten el acceso a fármacos y dispositivos que consideran gravemente inmorales, incluidos los que pueden actuar como abortivos. Estas exenciones respetaban el principio fundamental de que las instituciones religiosas no deben ser forzadas a abandonar sus convicciones para servir a los más necesitados.

Durante más de una década, las Hermanitas han estado envueltas en litigios sobre este mandato, primero en Zubik v. Burwell, después en Little Sisters v. Pennsylvania, y ahora una vez más. Han obtenido varias victorias en el Tribunal Supremo, pero siguen enfrentándose a nuevos desafíos de fiscales generales estatales favorables al aborto —destacando el actual gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro— que insisten en la aplicación universal de un mandato que el Congreso nunca aprobó.

Conviene subrayar que el Congreso, al promulgar la ACA, no exigió cobertura de anticonceptivos ni de abortos. El denominado «mandato anticonceptivo» no procede del texto de la ley, sino de la normativa de funcionarios no electos. Se trata, en efecto, de una política de anticoncepción impuesta por vía administrativa, sin consentimiento legislativo, precisamente el tipo de extralimitación que los Padres Fundadores quisieron evitar con la separación de poderes.

La paradoja de esta última decisión judicial es que invoca el criterio de la APA de lo «arbitrario y caprichoso» para desmantelar una política que el Supremo ya había declarado jurídicamente válida. La APA pretende impedir la arbitrariedad de las agencias, no perpetuarla. Al aplicar este estándar para eliminar las protecciones de conciencia y dejar intacto el mandato subyacente, el tribunal ha facilitado la misma arbitrariedad que decía combatir.

La obligación del poder ejecutivo no es simplemente equilibrar intereses en conflicto, sino salvaguardar activamente la libertad religiosa. La RFRA exige que cualquier acción federal que imponga una carga sustancial al ejercicio religioso sea el medio menos restrictivo para avanzar en un interés gubernamental apremiante. El mandato anticonceptivo no cumple este requisito, pues los anticonceptivos están ampliamente disponibles por otras vías sin obligar a objetores religiosos o morales a participar.

La Cláusula de Libre Ejercicio también prohíbe leyes o regulaciones que penalicen directa o indirectamente la práctica religiosa. Obligar a las Hermanitas a elegir entre violar su conciencia o abandonar su misión de servicio a los ancianos pobres no es neutralidad: es coerción.

La lucha de las Hermanitas es un signo de alerta para todos los ministerios de inspiración religiosa. Si unas religiosas dedicadas a los más vulnerables pueden ser forzadas a escoger entre su fe y su misión, ninguna conciencia creyente está a salvo.

Y si esta última sentencia se mantiene, enviará un mensaje claro a la burocracia: que ninguna victoria en favor de la libertad religiosa es definitiva, y que cada concesión, por arduamente conseguida que sea, puede ser erosionada por quienes pretenden doblegar la fe a los vientos culturales dominantes.

7 comentarios

Jaime Nebot
Si este caso llega a la Corte Suprema o Tribunal Supremo se le dará la razón a las Hermanitas por un contundente de 6 ( jueces elegidos por Presidentes Republicanos) a 3 (jueces elegidos por Presidentes democracia).. Esto es lo que está pasando en otros casos.
16/08/25 6:27 PM
Paz
Queridas Hermanitas de los pobres ustedes hacen una labor inspirada en la misericordia en la caridad y en la esperanza , no todos tenemos esa fuerza esa fortaleza que , indudablemente viene De Dios . Dios nos Ama los que van contra la vida van contra Dios. Dios es vida belleza valentía y proveedor de todo No Va a Permitir que Esta Batalla se Pierda ante los Herodes de nuestro tiempo criminales de los que todavía por su estado no se pueden defender … pero estos bebés ciudadanos de los Estados Unidos de América 🇺🇸 encontrarán su defensa en los nación y en la gran mayoría de sus compatriotas en especial de las hermanitas de los pobres que los están defendiendo de la inmundicia de algunos ciudadanos criminales
16/08/25 10:43 PM
Paz
Dios está usando a las hermanitas de los pobres para defender a tantos bebés ciudadanos de los Estados Unidos de América que todavía no tienen la fuerza de defender su derecho a la vida y no ser asesinados sin poderse si quiera defender por su todavía tiempo de desarrollo pero si están encontrando defensa guiada por Dios en manos de estas mujeres valientes decididas y de respeto a la vida así como los jueces que aman a sus ciudadanos y los protejen Dios les permita a los provida ganar esta batalla para defender a los débiles de Estados Unidos de América para los que después serán ciudadanos formadores de su gran nación con Justicia y Esperanza
16/08/25 10:56 PM
JESUS
Y la Conferencia Episcopal de Estados Unidos qué dice al respecto ? Y las demás congregaciones, , instituciones o universidades "católicas" que posición tienen sobre este asunto ? Según parece están solas.
17/08/25 4:01 AM
Juan Antonio
Y estos son los progres (demócratas, jueces en este caso, tan alabados aquí) que se llenan la boca con la inclusión y la tolerancia.
17/08/25 11:16 AM
Marta de Jesús
Entre la Fe y la Misión no puede haber contradicción, ni ellas puedan tener duda ninguna. Las religiosas no son dispensadoras de contraceptivos, ni practicantes de abortos o eutanasias, llegado el caso. O son religiosas o son paganas. Al elegir la Fe y negarse a eso, estarían cumpliendo parte de su Misión, la más importante, la que no les será quitada. La fidelidad a Cristo les será recompensada.

Triste es que a menudo nos quieran atendiendo pobres negándoles el acceso a la Palabra. Pero pisotear la Palabra, nunca. Eso no sería atenderles, sería contribuir con estructuras de pecado.

No puede ser que las religiosas dependan del gobierno de turno para poder apoyarse en la objeción de conciencia.
17/08/25 5:52 PM
Archie
Sólo quiero recordar una cosa a estos jueces inicuos:
"El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mt 24:35)
No creo que a muchos de vosotros os queden más de 50 años de vida...
¿Y después?... Pues después:
"Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles" (Mt 25:34).
Estos es un suspiro, pobres diablos, que sois unos pobres diablos petulantes. Después os espera toda la Eternidad...
19/08/25 7:06 AM

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