La condena del modernismo no sofocó el pensamiento católico
San Pío X

Lo cierto es más bien lo contrario

La condena del modernismo no sofocó el pensamiento católico

Durante el posconcilio, surgió la idea de que la condena de la herejía modernista por San Pío X ahogó el pensamiento católico y lo sustituyó por un conformismo sin originalidad. Es una idea muy propia de los entusiasmos de ese momento histórico, pero no se ajusta a la realidad.

(The Catholic Thing/InfoCatólica) El historiador católico norteamericano James Hitchcock, autor de una conocida Historia de la Iglesia y otras muchas obras sobre temas relacionados, falleció hace unos días. Con ocasión de su fallecimiento y a modo de homenaje, Robert Royal, editor de The Catholic Thing, ha querido recordar la postura de Hitchcock sobre una cuestión muy conocida: el efecto que tuvo la condena del modernismo por San Pío X en el pensamiento intelectual de los católicos.

En el ensayo «Autopsia de un renacimiento: El renacimiento intelectual católico», Hitchcock quiso refutar la idea de que la Iglesia Católica antes del Vaticano II era un desierto intelectual. Esa idea, muy extendida entre ciertos teólogos posconciliares, sostiene que la condena del modernismo «puso fin al pensamiento católico serio durante más de cincuenta años, dando paso a un régimen de terror que inhibió a los intelectuales hasta el benigno pontificado del Papa Juan XXIII (1958-1963) y los dramáticos cambios del Concilio Vaticano II».

Como señala Robert Royal, «cualquiera que conozca algo sobre la cultura católica en los primeros dos tercios del siglo XX también sabe que, a pesar de algunos tropiezos en el camino para algunos pensadores específicos, esto no solo es falso, sino más bien lo contrario de la verdad».

En efecto, el pensamiento católico había estado experimentando lo que Hitchcock llamó un «renacimiento» desde las encíclicas de León XIII Aeterni patris, que fomentaba una renovación del estudio de Santo Tomás de Aquino, y Rerum novarum, dedicada a la doctrina social de la Iglesia.

El resultado fue que, en el ámbito de la Filosofía y la Teología, surgieron numerosos pensadores católicos de talla mundial. Entre los tomistas ortodoxos estaban Maritain, Gilson, Simon, Pieper, Gilby o Fulton Sheen. También florecieron tomistas menos ortodoxos, «a veces rozando, y más que rozando, la heterodoxia», como Rahner, Lonergan, Maréchal y muchos más. En el mismo período y de forma en parte contrapuesta a la neoescolástica, surgieron otras corrientes como el personalismo, el existencialismo y la nouvelle théologie: Guardini, Daniélou, de Lubac, Congar, Chenu, Marcel, Dawson, von Hildebrand, Bouyer, von Balthasar y, más tarde, Ratzinger y Wojtyla.

En cuanto a la cultura en general, en la parte del siglo XX previa al Concilio se vivió un claro renacimiento católico. Es bastante conocido, aunque quizá no lo suficiente, el renacimiento literario católico en Inglaterra, que comenzó con Newman y cobró impulso con Gerard Manley Hopkins, Robert Hugh Benson, Chesterton y Belloc, Graham Greene, Evelyn Waugh, Muriel Spark, Ronald Knox, Siegfried Sassoon, David Jones y tantos otros. No debemos olvidar, por supuesto, a J. R. R. Tolkien y a figuras cercanas en muchos aspectos al catolicismo como T. S. Eliot, C.S. Lewis y W.H. Auden.

Por su parte, Francia produjo grandes figuras como Péguy, Claudel, Bloy, Mauriac, Bernanos y Simone Weil. En otros países europeos, destacaron Edith Stein y Gertrude von le Fort (Alemania) y Sigrid Undset (noruegodanesa), que recibió el premio Nobel.

En Estados Unidos no faltaron escritores similares, como Hemingway, que se autodenominaba «mal católico», J.F. Powers, James T. Farrell, Edwin O'Connor, Thomas Merton, Robert Lowell, Flannery O'Connor, Walker Percy y Wallace Stevens, este último converso en su lecho de muerte. Hitchcock resaltó que, curiosamente, un gran número de católicos prominentes antes del Concilio eran conversos, que se sentían atraídos por la belleza del arte, la música, la literatura y la liturgia católicas.

Ciertamente, los colaboradores de San Pío X fueron más allá que el propio Papa en la tarea de frenar la herejía y probablemente se excedieron en algunas de las medidas tomadas, pero, como señala Royal, a la luz de los hechos no es posible afirmar que las autoridades eclesiásticas anteriores al Vaticano II llevaran a la Iglesia a «un páramo intelectual». Por otra parte, la gravedad de la herejía modernista que combatió el Papa santo es indudable, ya que, más de un siglo después, sigue siendo la principal amenaza para la fe católica en nuestra época.

 

7 comentarios

Maximiliano
La Iglesia Católica, particularmente bajo los pontificados de Pío IX y Pío X, condenó el modernismo como un "conjunto de todas las herejías". Esta condena se plasmó en documentos como la encíclica Pascendi Dominici Gregis, que señalaba al modernismo como una amenaza para la fe y la doctrina católica. Se criticó su intento de reconciliar el cristianismo con las ideas y ciencias modernas, así como su cuestionamiento de la autoridad eclesiástica y las enseñanzas tradicionales.

El modernismo, como movimiento intelectual y religioso, buscaba adaptar el mensaje cristiano a las nuevas corrientes de pensamiento y ciencia de la época. Sin embargo, la Iglesia lo consideró peligroso por su relativismo y subjetivismo, que amenazaban la objetividad de la verdad revelada.
29/07/25 11:31 AM
Urbel
También para la Iglesia española fue una época de esplendor intelectual, con grandes dominicos como el padre Ramírez o jesuitas como el padre Zapelena, por citar solamente dos entre muchos

O la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) desde 1940 hasta la decadencia posconciliar.

Tomando las palabras de Julián Marías en una célebre tercera de Abc sobre el pretendido páramo cultural de la España de Franco: "La vegetación del páramo".

Lo dicho, tanto la Iglesia española hasta la hecatombe posconciliar como la España de Franco fueron páramos culturales con mucha vegetación.
29/07/25 1:06 PM
Marta de Jesús
A la ciencia no, señor Maximiliano. El pensamiento moderno se ajusta al subjetivismo, al sentimentalismo, a la autoadoración humana. No está en obediencia. Está en rebelión. Alejan de Dios y de lo que realmente creó. Es totalmente contrarío a la ciencia. Salvo que se llame ciencia a jugar a ser dioses (abortos, eutanasias, inseminación artificial, vaciados de matrices, cortes de pene, ambientes contaminados por drogas hormonales, improntas cerebrales, etc...). Yo a eso no lo llamo ciencia. Ni progreso. Ni lo considero nada bueno. Pero hemos de soportarlo, fieles al Creador, negándonos a lo que claramente es contrario a Él.

El tiempo ha ido dando la razón a S.Pio X. Pudo errar en su modo de combatirlo. No lo sé. Pero la verdad, aunque suene pretencioso, siempre estará de nuestra parte mientras estemos en Cristo. Nos enviaron mar adentro. A la tormenta. Con el peligro para las almas. Para todos. Los daños han sido y están siendo terribles. Dios lo permitió por un bien mayor. Quizá para desatar cierto(s) nudo(s). Y obviamente porque Cristo ha de volver, para lo cual ha de cumplirse todo el Plan Divino.

No se pudo frenar a los masones, cosa evidente. El resto fiel a Dios brillará en medio de los escombros.

S.Pio X, interceda por nosotros, por la Iglesia en conjunto.
29/07/25 1:15 PM
franciscus
"Esa idea, muy extendida entre ciertos teólogos posconciliares, sostiene que la condena del modernismo «puso fin al pensamiento católico serio durante más de cincuenta años, dando paso a un régimen de terror que inhibió a los intelectuales hasta el benigno pontificado del Papa Juan XXIII (1958-1963) y los dramáticos cambios del Concilio Vaticano II".

En cierto sentido tienen razón, lo que ocurre es que para ellos "el pensamiento católico serio" ES el modernismo, y con el V II pudieron ver libres las amarras para transformar la herejía en corriente dominante.
29/07/25 2:39 PM
N Daniel
La filosofía y la tecnología en la iglesia católica, me parecen muy útiles siempre y cuando se ajusten a la Verdad. No me parece correcto dejar que sus intelectos se ejerciten a costa de deformar la Verdad y/o confundir. Es significativo que desde 1830 la Virgen María se ha estado apareciendo y dejando en claro la Verdad católica y el Camino a la Vida con infinidad de hechos sobrenaturales que subrayaron esas apariciones. Pero, la actitud ha sido muy tibia por parte de la iglesia católica. Tanto que la Virgen lo ha dicho claramente y ha dicho también el porqué: muchos cardenales, obispos y sacerdotes van por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchos (2do msj. en San Sebastian de Garabandal) y desobediencia al no divulgar el tercer msj. de Fátima y desobediencia al no aceptar dar el 5to dogma de Corredentora como lo pide en las apariciones de Amsterdam. Hay castigos inmensos pendientes de un hilo y la iglesia parece no temer a Dios. Por eso Dios intervendrá. Sugiero volver a la Verdad antes de que sea tarde. Y si hay dudas, lean los mensajes de la Reina del Cielo. Y en mi opinión, dejen de divagar. Recuerden que el Espíritu Santo suele revelar lo importante a los pequeños y no a los sabios y prudentes.
29/07/25 10:59 PM
Luis López
Últimamente estoy leyendo -y también releyendo- libros del gran dominico español Antonio Royo Marín (Teología de la perfección cristiana, Teología de la Salvación, Teología Moral para seglares, Teología de la Caridad...), y tengo la desagradable certeza de que la sólida teología de antaño ha desaparecido del horizonte cultural del catolicismo actual.

Vamos, que lo que enseña este ilustre y prolífico dominico y tomista se parece a la teología católica actual (al menos, la más publicitada) como un huevo a una castaña.

O la enseñanza cristiana vuelve a la filosofía y teología más sólida (a Santo Tomás) y abandona de una vez ese pensamiento débil y sentimentaloide (es decir, modernista) en el que llevamos adheridos demasiado tiempo, o el catolicismo se disolverá a la larga en una moralina intrascendente y sus residuos empedrarán de buenos propósitos el suelo del infierno.
30/07/25 10:56 AM
augusto padilla
No se debe olvidar al Padre Julio Meinvielle y a su crítica del nefasto Maritain.
30/07/25 9:15 PM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.