(KNA/InfoCatólica) En un tono distendido y familiar, el obispo de Limburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, y su prima, Sabine Bätzing-Lichtenthäler, presidenta del grupo parlamentario del SPD en Renania-Palatinado, han compartido por primera vez una entrevista conjunta. En ella, ambos han abordado temas de calado político, ético y religioso. La pandemia de la COVID-19 ha sido uno de los puntos clave de la conversación.
No lo hicimos bien
Bätzing reconoce la mala actuación de la Iglesia
También nosotros, como Iglesia, no hicimos todo bien. Por ejemplo, fue un error cancelar tantos oficios religiosos. Para la Iglesia como institución fue lo peor: no poder acompañar a las personas en la enfermedad y en el acompañamiento al morir. Eso me pesa aún hoy. Porque morir ocurre una sola vez —y después ya no se puede recuperar. Es positivo que ya se haya iniciado un proceso de revisión, especialmente en el contexto pastoral. .
Su prima, que ejercía como ministra de Sanidad del land durante la emergencia sanitaria, confesó que una de las decisiones más dolorosas fue el cierre de las residencias de mayores. «No había vacunas, ni mascarillas ni test. Era una cuestión de vida o muerte», dijo. Aun así, reconoció que, con la información de la que se dispone ahora, algunas decisiones como el cierre de colegios y parques no se repetirían. En ese sentido, apostó por una revisión a nivel federal: «Es urgente para poder recomponer el tejido social que quedó afectado», defendió, planteando la posibilidad de un consejo ciudadano con respaldo de expertos.