(ACN/InfoCatólica) Según declaraciones enviadas a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el secuestro del padre Stephen Echezona se produjo el sábado en la diócesis de Akwa, en el estado de Anambra. Solo 24 horas después, la diócesis de Owerri anunciaba el secuestro del padre John Ubaechu, secuestrado mientras conducía por una carretera en el estado de Imo.
Con estos dos casos, el número de religiosos secuestrados en Nigeria desde principios de 2025 se eleva a 12, dos de los cuales – el padre Sylvester Okechukwu y el seminarista Andrew Peter – finalmente murieron asesinados por sus secuestradores. Durante el mismo periodo de tiempo en 2024 el número total de secuestrados fue de tres, sin víctimas mortales; en 2023 fueron dos los secuestrados, con un asesinato, y en 2022 fueron 7, con un asesinato. Esto convierte al primer trimestre de 2025 en el peor desde que ACN comenzó a recopilar datos sobre sacerdotes y religiosos secuestrados, asesinados o arrestados en todo el mundo por motivos de persecución.
Aumento de los secuestros
A nivel mundial ACN ha registrado 15 nuevos incidentes en 2025, 12 de los cuales han sido secuestros en Nigeria. Además de estos 12 casos, todavía habría tres sacerdotes desaparecidos en Nigeria secuestrados en años anteriores, pero no consta a ACN que nunca hayan sido liberados o declarados muertos.
La situación de seguridad en Nigeria es compleja y hay una serie de factores que contribuyen a la crisis. Estos factores dependen mucho de la región del país donde se producen los incidentes. Algunos ataques contra clérigos o religiosos están motivados por prejuicios anticristianos. Sin embargo, muchos de los secuestros son simplemente llevados a cabo por delincuentes que intentan ganar dinero con una industria de rescates. Estos secuestros, por tanto, no están directamente relacionados con la intolerancia religiosa. En muchas ocasiones se ve al clero como un blanco fácil. Este fue el caso de dos últimos sacerdotes secuestrados recientemente en Yola, donde se ha sabido que miembros de la comunidad cristiana estaban involucrados en el crimen.
Siete de los 12 secuestros llevados a cabo en lo que va de 2012 tuvieron lugar en el sur del país, mayoritariamente cristiano. Los cinco restantes ocurrieron en el Cinturón Medio, más volátil. De los dos asesinatos, uno ocurrió en el sur y el otro en el Cinturón Medio.
Los obispos nigerianos han pedido incansablemente a las autoridades que mejoren las condiciones de seguridad en el país, en beneficio de toda la población. Además, han hecho un llamamiento constante a los fieles para que no intenten buscar la justicia por sus propios medios. ACN se hace eco de estos llamamientos y mantiene su compromiso de apoyar a la Iglesia en Nigeria en esta crisis de seguridad que se agrava. Además, la fundación insta a sus amigos y benefactores a rezar por el país.